Un grupo de presos de Rodeo II y III exigió al Gobierno ser trasladados a zonas cercanas a sus residencias para que sus familiares puedan llevarles alimentos.
En una nota publicada por la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones, familiares denunciaron los problemas que sufren a diario debido a la distancia que tienen con los presos que son oriundos de Táchira, Cumaná y Apure.
Es una situación que provocó que en el inicio de la pandemia los familiares no pudieran viajar a Caracas para velar por la salud de los reos: muchos de ellos bajaron de peso y se enferman a consecuencia de la desnutrición.
“Yo tengo que pagar cada 15 días para que alguien en Caracas les lleve comida y se haga cargo de la paquetería. Eso hace que tenga que hacer muchos esfuerzos para evitar que se me muera o se siga enfermando”, expresó la madre de un recluso del Rodeo II.
Por la entrega de paquetes los familiares tienen que pagar hasta 30 millones de bolívares (8 dólares). Y lo prefieren así, pues en el penal la comida que les proveen es solo agua de arroz o pasta y, en el mejor de los casos, granos./rp