Rómulo Herrera recuerda con nostalgia los inicios y crecimiento del diario
Hace unas tres semanas, la tarde de un jueves para ser más exacto, este redactor recibió una llamada telefónica de Rómulo Herrera, como ya es habitual durante estos casi tres años que no ha estado acá con nosotros.
Intercambiamos ideas sobre la situación del país y de cómo marcha la ciudad. En medio de la conversación, le comenté que se acercaba el 30 aniversario y que estábamos en los preparativos de la edición especial.
Le pedí su participación, pues quien más que él, como fundador, para fortalecer este trabajo periodístico con sus testimonios y vivencias para ilustrar a nuestros lectores sobre el origen y crecimiento de esta pujante empresa. No pudo ocultar su emoción y de inmediato dio un sí como respuesta. Días después acordamos la entrevista por Whatsapp.
Posteriormente, elaboré un cuestionario que le envié vía correo electrónico. En cuestión de horas, respondió una a una las preguntas. Al recibirlas palpé que en sus respuestas había una alta dosis de sentimientos encontrados: nostalgia, tristeza y al mismo tiempo alegría.
-¿Cómo y dónde surgió la idea de crear un medio de comunicación impreso que en principio cubría Los Teques y luego se extendió al resto de los Altos Mirandinos?
-Primero quiero agradecerte, Ronald, la oportunidad de esta entrevista a 30 años de la puesta en marcha de una obra que me transformó la vida. Hacía falta un diario que fuera la contraparte de La Región, que ya tenía cuatro años circulando. Yo me había iniciado con la revista Avance y luego con el semanario Avance. Eran tiempos en los cuales se podía soñar, y con la ayuda de mi amigo Lewis Pérez, y ese gran gerente que es Gustavo Mirabal Bustillos, ministro de Fomento para la época (1986), Corpoindustria me aprobó el crédito.
-¿Cómo se dio esta transición de la revista, luego el semanario, hasta llegar al diario que hoy día conocemos?
-La revista fue una experiencia muy positiva y el semanario se inicia en una oficina que me prestó el ingeniero Oscar Franco en la Torre Construcción. Era algo serio con equipos, con estructura. Ambos medios me permitieron relacionarme con decenas de personas de todos los sectores y también demostrar que tenía la capacidad para dirigir un medio de comunicación exitoso. Cuando planteamos la posibilidad de fundar el diario, a mi gente le entusiasmó y se produjo el milagro, por supuesto con el apoyo de Lewis, Mirabal, Said Raydan, su esposa Marisol y muchos otros.
“Tubazos” que dejaron huellas
– ¿Qué hechos noticiosos lo marcaron a usted como editor y qué “tubazos” recuerda?
-Nosotros fuimos el único impreso que publicó la noticia de la intentona golpista del 4 de febrero del 92, porque yo estaba allí en la sede de la calle Falcón cuando apareció el presidente Carlos Andrés Pérez por televisión, denunciando el golpe. Cambiamos toda la portada y dimos el gran tubazo. Pero antes con el “Caracazo” Avance se consolidó como el número 1 de los Altos Mirandinos, porque al ser el único diario impreso en Los Teques, y como hubo toque de queda los días 28 y 29 de febrero y 1º de marzo, las informaciones de última hora las teníamos nosotros. Por supuesto, era un equipo de reporteros gráficos y redactores de primera, comprometidos y con los equipos de la más avanzada tecnología.
-Hábleme del proceso de transformación del diario, pasar de las rústicas máquinas de escribir a las computadoras. De la forma artesanal como se hacía el periódico en sus inicios a los modernos equipos que llegamos a tener…
-Fue un gran salto. Genial, magnífico. Aquellas primeras Mac con pantalla de 12 pulgadas en las cuales se procesaba el texto y se enviaba a una impresora láser formato carta que teníamos que unir para hacer una página tabloide, era sencillamente una revolución, un avance que nos permitiría una mejor calidad, menos costos y en menos tiempo. Todo cambió para bien, no como las revoluciones de ahora…
-¿Cómo se dio el paso gigantesco a nivel de infraestructura, de la modesta sede de la calle Falcón al edificio de la avenida Bolívar que hoy día tenemos?
–Avance fue un éxito tan grande que me permitió fundar el diario El Clarín de La Victoria, Radio Cima 95.1 en Maracay, diario La Verdad de Vargas y Radio Paraíso 90.3, también en Vargas, empresas que eran todo un éxito para el año 1998, pero a mí me producía mucha desconfianza la extraña combinación militar-socialista de Hugo Chávez, y cuando él gana decido vender todo lo que había construido en el estado Aragua y en Vargas, para concentrarme en donde yo quería vivir, en la ciudad del clima ideal, con menos empresas en riesgo, mientras se desarrollaban los acontecimientos de la revolución cívico-militar. Al final no conseguí comprador para La Verdad y me quedé con mis dos diarios. Allí decidí darle la sede que se merece este gran diario Avance, donde todo comenzó. También era una forma de aliviar el dolor que me producía el tener que desprenderme de mis otras empresas.
-¿Qué ha significado Avance como formador o escuela de periodistas y reporteros gráficos?
-Aquí se han formado excelentes periodistas y reporteros, esta ha sido una escuela de formación periodística propiamente dicha, así como una escuela de libertad, de periodismo libre.
“El periódico fue mi raíz, mi sueño”
-¿Avance sigue siendo su niño consentido? ¿Desde la distancia aún lee el periódico?
-Me desgarras el alma con esa pregunta. Nunca tuve nada y quizás por eso no tengo apego con las cosas materiales que solo sirven para resolver problemas igualmente materiales, pero Avance es más que eso. Son mis raíces, mis sueños, mi conexión con la tierra que había escogido para vivir y también para morir. Y morí un poco aquel 8 de diciembre de 2013, cuando alguien que no tenía, ni tiene, ni quiere tener nada que ver con Los Teques, fue preferido antes de mi persona para ser alcalde de Guaicaipuro, por supuesto con la ayuda de algunos ambiciosos que sueñan con ese cargo para hacer negocios. No era mi caso, yo quería trascender, transformar a esta ciudad que era tan bella, para hacerla aún más hermosa y devolverle, en parte, todo lo que tan generosamente me dio. No se pudo y ya no podía seguir viviendo allí en el último piso de mi antiguo edificio en la calle Bolívar. De vez en cuando leo Avance, claro que sí, y te leo a ti, Ronald, siempre tan buen periodista, tan agudo, tan sagaz.
-¿Qué extraña del periódico?
-¡Todo! Yo vivía allí y sentía el rugir de la rotativa en mis noches de insomnio. Construí las viviendas allí mismo para que vivieran gratis, con todos los servicios cubiertos, nuestros prensistas: Vírgüez, El Guaro… Acompañaba a mi gente, a veces en el comedor. Compartíamos las fiestas en el salón Lewis Pérez con el mariachi Álamo, con otros conjuntos, nuestra miniteca; disfrutábamos los pasapalos que ordenaba Carolina o Mary Isabel o que a veces hacían Mary Francis, Audrey y la señora Nelly; el chocolate caliente tan sabroso que nos brindaba por las tardes Carmen, cuando trabajaba en mi casa: las satisfacciones de las ediciones especiales: “No le pongas tantos adornos, Carmen Terán, por favor”. “Le volvimos a dar tubo” o las pocas veces “Jodieron otra vez”. Tantas alegrías, tantas vivencias.
Mensaje de esperanza
-Su mensaje a propósito de estas tres décadas.
-Todos somos iguales, hechos a imagen y semejanza de Dios; las diferencias las hacen las oportunidades. A mí me dieron la oportunidad de tener una empresa y con esa tuve varias. No perdamos las esperanzas, exijamos nuestros derechos que como venezolanos nos corresponden de vivir en una patria de progreso, bienestar, libertad y oportunidades para todos. Hace 30 años mi rutina era desayunar con cambur y queso, almorzar con pollo y hallaquitas y a veces no cenaba, pero pedí apoyo, me lo dieron y pude salir adelante. Tú también puedes. ¡Salud, mi pueblo de Los Teques, te llevo en mi corazón herido!
RECUADRO
Profesionales que hicieron historia
Rómulo señaló que en la historia de Avance se inscriben con letras de profesionalismo y deseos de servir a la comunidad, los nombres de María Emilia Guarino, Jesús Medina, Arístides Coronel, Alba Terán, Carlos “Cachucha” Arteaga, José Zorro Aquino, Julián Martínez Fuentes.
También Millie Zurita, Carlos Alba, Esther Quiaro, Daniel López Méndez, Yasmín Devesa, Ronald Peñaranda, Arturo Argote, Tito Díaz, Jesús María Sánchez, Iván Álvarez Vitta, Nerio González, Ray Rondón, Yurimia Boscán, Walter Boscán, Fernan Hernández, Luis Vera, Carmen Terán, Jesús Tovar, Juan Neri y tantos otros./ac
RONALD PEÑARANDA
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