En el marco de conmemoraciones por el trigésimo aniversario del genocidio de 1994, que exterminó a 800.000 tutsis a manos de los hutos extremistas en 100 días, el presidente de Ruanda, Paul Kagame, aseguró que las condiciones para una matanza étnica pueden darse en cualquier lugar, si no se controlan.

El mandatario planteó la necesidad de evitar el genocidio, como parte de su discurso pronunciado ante unas 5.000 personas reunidas en el estadio BK Arena de Kigali (capital), incluidos jefes de Estado y de Gobierno.

A propósito, acusó al Ejército Kigali de apoyar al grupo rebelde Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundado en el año 2000 por cabecillas y otros ruandeses hutos exiliados en ese país.