Un funcionario resultó herido
Andreína Ibarra. Desde hace 500 días el Ministerio de Servicios Penitenciarios no otorga cupos para trasladar a los privados de libertad en los calabozos de Polimiranda, en la avenida Bicentenario de Los Teques, por lo que tres reclusos se aprovecharon del hacinamiento para reventar dos barrotes sin que los custodios se dieran cuenta.
Así lo informó Elisio Guzmán, director de la policía regional, quien añadió que la situación es crítica, pues la presión de tantas personas en una misma celda genera el resquebrajamiento de las instalaciones. Asimismo, corroboró la fuga de Pedro José Ulloa Nieves, de alta peligrosidad y aprehendido desde el 7 de octubre de 2012 por homicidio calificado; de Juan Carlos Justiniano Bastardo, detenido desde el 3 de septiembre de 2013 por robo; y de un adolescente de 17 años.
Trascendió que los prófugos solicitaron la colaboración de algunos de sus compañeros, quienes generaron ruido dentro de una de las celdas para que los custodios no se dieran cuenta; al tiempo que ellos se deslizaban por una cadeneta de camisas y pantalones. Al verificar la situación irregular, uno de los funcionarios se acercó hasta el calabozo y fue agredido por uno de los reos, que le fracturó la nariz con una cabilla.
“Esta fuga es una consecuencia directa del hacinamiento, situación que no podemos ocultar sino que, por el contrario, debemos afrontar de manera responsable. Los jueces están en minusvalía con el ministerio, pues evidentemente las ordenes judiciales no se están cumpliendo. Nosotros hemos sido fieles cumplidores de nuestro deber, pues semanalmente emitimos los comunicados para que otorguen los cupos”, sentenció Guzmán.
Destacó que frecuentemente son supervisados por defensores de los Derechos Humanos y funcionarios de la Defensoría del Pueblo, quienes están al tanto de la situación que también genera malestar entre los familiares, quienes por lo general no quieren denunciar por temor a represalias. “No tenemos condiciones para mantener a 176 hombres en nuestros calabozos, que es la cifra hasta la actualidad, tampoco tenemos presupuesto para alimentarlos”, aseguró.
No obstante, recalcó que mantienen una preocupación constante por mantener el orden en los calabozos y evitar el acceso de armas de agresión. “Invertimos 23.584 horas mensuales en el resguardo del centro de detención, el cual es custodiado por 108 funcionarios, que podrían estar patrullando las calles. El daño no es a Polimiranda sino a la misma comunidad”./Foto: Jesús Tovar