La sentencia de 19 años de prisión que acaba de recibir el efectivo José Gregorio Martínez Maurera, por los delitos de trato cruel y privación ilegítima de libertad es calificada de “desproporcionada” por parte de las autoridades de Polisalias y el resto del personal de la institución.
“Esa decisión ha causado mucho malestar porque es injusta. Le están dañando la vida a un gran ser humano, a un excelente uniformado. Si él fuese mala conducta no estuviéramos asumiendo su defensa”, declaró a Avance un alto funcionario policial que pidió que no se publicara su nombre.
Subrayó que están dispuestos acudir a las instancias que sean necesarias, “a la Asamblea Nacional, a las organizaciones defensoras de los derechos humanos para solicitar la revisión del fallo”.
En su opinión el caso estuvo plagado de presuntas irregularidades. “Cuando iniciaron el procedimiento en el 2019 la jueza de control que llevaba el caso les dice a los compañeros que no hay elementos suficientes para procesarlo”.
“La presunta víctima que habría resultado golpeado hizo la denuncia una semana después del suceso. En su momento alegó que no podía caminar y resulta que el día del hecho salió del comando tranquilo y se montó en su carro”.
Cuestionó el hecho de que no hayan ubicado a las otras dos personas que estaban con el denunciante. La oficina donde aparentemente ocurrieron las agresiones tienen cámaras, pero “nunca pidieron los videos”.
Sorpresa
Apuntó que desde 2019 al 2023 Martínez Maurera “estuvo tranquilo porque decía que no tenía que ver con lo que lo señalaban, acudió a todas las citaciones que le hizo el tribunal, hasta que en enero de 2024 le dictaron privativa de libertad”.
Manifestó que durante el juicio la jueza asumió una actitud hostil hacia el policía. Él está enfermo tiene una obstrucción urinaria, estuvo hospitalizado en el Victorino Santaella y nunca le respetaron el derecho a la salud”.
“El viernes cuando lo acompañamos al juzgado, nos quedamos sorprendidos porque nunca pensamos que le iban a dar una dura condena.