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“Si naciera nuevamente volvería a ser pediatra”

Miguel Estrada en su consultorio de Los Teques

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Habló de los factores que han deteriorado al sector salud

JOSÉ CANINO

“La medicina es un don y una oportunidad que solo unos privilegiados tenemos de ejercer y consiste en aplicar todos nuestros conocimientos para ayudar al otro. Es una labor en la que prevalece la humanidad y el amor que Dios nos ha regalado”.

Así lo indicó el ilustre pediatra de Los Teques, Miguel Ángel Estrada en una entrevista concedida al Diario Avance con motivo al 20 de enero, día en el que se celebra su especialidad en el campo de la medicina.

Contó que durante su formación profesional tuvo muy claro el área en la que quería trabajar. “Me gradué de médico en 1964 y en todo ese proceso una va analizando y descubriendo en donde puede ayudar más a los suyos, por lo que en mi caso me sentía muy cómodo al trabajar con niños e incluso me preocupaba mucho los casos de enfermedades como diarrea y neumonía que los atacaba mucho para ese entonces”.

“Al darme cuenta de todo eso, establecí que la mejor manera de desempeñarme como médico era ayudando y atendiendo a los más pequeños para que se mantuvieran sanos y salvos. Luego de cumplirse tanto tiempo, al día de hoy ratifico el hecho de que, si volviera a nacer, elegiría la misma carrera e incluso escogería la pediatría por encima de cualquier cosa” agregó.

“Mi especialidad es una medicina interna a través del niño y del adulto, pues uno no tiene que saber un poco de otras especialidades de manera conjunta para así desarrollar un diagnóstico y tratamiento de manera efectiva”.

Comentó que lo desalienta mucho el estado actual del sector salud. “Lamentablemente estamos muy mal en esto, porque el país dio un giro que, en lugar de ser para su crecimiento, lo que nos hizo fue retroceder aún más. Se han perdido una parte importante de las cosas que teníamos, pues incluso contábamos con una medicina integral comunitaria que era una garantía para la población, ahora no es ni el reflejo”.

Precisó que antes “había atención médica de calidad, medicamentos, alimentos e inmunización. Todos los aspectos para tener una población sana y capaz de producir beneficios para el país a medida que fuera desarrollándose, sin embargo, hoy día los jóvenes mueren porque no tienen comida o porque cuando se enferman no están las condiciones o los implementos para ser atendidos como se debe”.

Enfatizó que lo más preocupante es “ver que los organismos se quedan ignorantes ante tal situación. Habitamos una sociedad que ha vuelto a ser marcada por enfermedades anteriormente controladas como el paludismo, difteria, sarampión, lechina, entre otras que desaparecieron en gran parte del mundo”.

Sugirió que cada uno de los involucrados al sector salud. “Deben estar preparados para el cargo que va a ejercer, pues muchos lo están haciendo de mala manera e incluso se habla de que muchos no cuentan con la verdadera vocación para ser médico”.

“Si una persona va a ejercer un cargo tiene que estar lista para ello. Debe cumplir con una buena educación proveniente de buenos profesores e incluso compañeros que lo incentiven a superarse cada día, y lo que sí puedo destacar es que en el país aún contamos con instalaciones y personal digno para poder trabajar” agregó.

Añadió que el otro percance es que “existe mucho bloqueo en cuanto a la salud. “No se trabaja en una misma línea, sino que todo es una disputa lamentable”.

Destacó que lo más complicado es que “uno muchas veces siente que no puede hacer nada. Hay innumerables casos de pacientes que no pueden cumplir con el tratamiento por escasez e incluso debido a la falta de recursos para costearlo”.

“Estamos inmerso en un gran problema y es necesario que se cambien el no constante, por un sí. Que se establezcan prioridades y que la salud de Venezuela sea una referencia de calidad en el ámbito internacional”, enfatizó.

Acotó que lo más bonito que le ha dejado su labor, “es el cariño que tienen los niños y los padres con uno, el aprecio y el valor que le otorgan a nuestro trabajo y compromiso con ellos. Está labor hay que dignificarla y dedicarle las características de humanidad, bondad y profesionalismo que representa ser doctor”.

Subrayó que “en todo este tiempo que llevo prestando mis conocimientos al público he buscado mantenerme en la misma línea de valores que me fue inculcada. Hay muchos pacientes que vienen con necesidades y lo importante es ayudarlos, pues he tenido casos que incluso he exonerado del pago por falta de recursos, sin embargo, eso no puede ser una excusa para dejar de ayudar. Yo soy médico desde que me gradué y lo seré hasta que me muera, por lo que eso representa que el que requiera de mi ayuda, la tendrá”. /JC. Fotografías: Kelvin Izquierdo

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