El ambulatorio Beata Madre Carmen Rendiles estaba destinado a beneficiar a 45 mil habitantes de las zonas altomirandinas.

Sin embargo la doctora Rosa Komurek, quien labora en dicho lugar hace un año, comentó que reciben pacientes hasta de Maracay. Diariamente, en una guardia de 12 horas, un médico general puede atender más de 100 pacientes, muchos referidos de otros centros.

Argumenta que muchos son del hospital Victorino Santaella y que en ocasiones son casos muy simples de atender.

Prestan atenciones en áreas de ginecología, pediatría, odontología y medicina general. Aunque en cada área solo hay un especialista y cuatro médicos generales. Estos hacen milagros para atender a más de 100 pacientes que llegan diariamente.

Además de la falta de personal el ambulatorio se ve afectado por la ausencia de insumos. Actualmente solo tienen soluciones y ranitidina.

A esto se le suma la problemática del servicio de agua con el que no cuentan los fines de semana, que son los días de mayor afluencia.

Agregó que el trato de los médicos hacia los pacientes es óptimo, y muchas veces son estos quienes maltratan al personal, siendo las enfermeras las principales víctimas. Esto en respuesta al desespero por la falta de médicos, ya que los que hay que no se dan abasto para tenderlos a todos. /gf