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“Subcomisión de género” abordará violencia sexual en conflicto colombiano

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Periodistas de Avance

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Denuncias investigadas, confirmaron crímenes sexuales  Las delegaciones de paz del gobierno colombiano y de las FARC pusieron a trabajar este lunes una “subcomisión” conjunta sobre género, en un reconocimiento de que la violencia sexual ha sido un “arma de guerra” en el conflicto armado.

La subcomisión, con cinco integrantes de cada parte, fue creada en septiembre pero inició sus labores este lunes en presencia de ambas delegaciones, de seis activistas colombianas invitadas y de diplomáticos de los países “garantes” y “acompañantes” del proceso de paz: Cuba y Noruega, y Chile y Venezuela, respectivamente.

“En el campo y en las ciudades, las mujeres hemos resistido, sobrevivido, nos hemos opuesto a los atroces crímenes que se han dado en el contexto del conflicto armado y hemos exigido verdad, justicia y reparación para las mujeres víctimas”, dijeron las activistas, entre ellas la dramaturga Patricia Eriza, en un comunicado que leyeron ante la prensa.

La subcomisión, encabezada por María Paulina Riveros (gobierno) y Victoria Sandino (FARC), tiene carácter técnico, sin facultad negociadora, y trabajará simultáneamente con los “plenipotenciarios” que buscan acabar un conflicto armado de medio siglo, que ha dejado 220.000 muertos y 5,3 millones de desplazados.

Su primera actividad fue escuchar las propuestas de las seis activistas, todas ellas dirigentes o expertas de organizaciones de mujeres colombianas.

“Presentamos una serie de propuestas tendientes a la consideración de la garantía plena de los derechos de las mujeres víctimas en el marco del conflicto armado, incluida las mujeres víctimas de violencia sexual”, dijo Claudia María Mejía, otra de las activistas.

El Informe del Grupo de Memoria Histórica, entregado en 2013 al presidente colombiano Juan Manuel Santos, dice que las 1.754 denuncias investigadas por abusos sexuales entre 1985 y 2012, “confirmaron el uso de la violencia sexual como arma de guerra y los ataques contra las mujeres por sus ejercicios de organización y liderazgo” en sus comunidades.

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