Luego de varios meses lejos de las tarimas caraqueñas, la banda Tomates Fritos, de Puerto La Cruz vuelve hoy a la capital en el marco de la 5ta edición de Ciclo y Aparte, en el Centro Cultural BOD, comenzando así su gira de conciertos Rasgándonos la piel, con la que visitarán también Mérida, Maturín y su ciudad natal.

“Estamos contentos con este concierto, sobre todo porque estamos en un momento en el que menos artistas se están presentando en Venezuela, en parte porque han decidido buscar nuevos horizontes. Entonces uno siente un poco de responsabilidad de hacer algo ante lo que está pasando. Especialmente los que seguimos aquí. Estamos haciendo esta gira por eso, para mantener a flote el nombre de la banda, demostrar que uno no está en la música sólo por el negocio”, cuenta el vocalista y bajista de la banda, Reinaldo Goíta, conocido como “Boston Rex”.

El nombre de la gira se debe a que, además de ser una frase de la canción Multicolor, refleja los esfuerzos que están haciendo los músicos actualmente en el país. “Todo el mundo está prácticamente haciendo las cosas por amor al arte”, agrega “Boston Rex”.

La agrupación aprovechará la oportunidad para presentar Calma, el tercer sencillo de su disco homónimo que combina vivencias personales con letras  de contenido social, ya que se vieron afectados por la diáspora. “Muchos fanáticos se han ido, entonces ahora como que tenemos nuestro público regado en todos lados. Eso tiene sus pro y sus contras”.

Esta última producción, de estilo más funk pop, se agrega a una corriente que ha marcado el sonido del rock del país en los últimos años.
Para el vocalista de la agrupación, la situación ha hecho a los artistas rescatar el sonido garaje y elementos electrónicos. “Esto se debe a que la mayoría de los artistas no está entrando a grandes estudios”.

La vuelta que Tomates Fritos le dio a su música fue un cambio que el público supo agradecer. “Todos los discos han ido sumando gente y eso es importante para nosotros. No quisimos ser este tipo de artistas que encuentran un sonido y de ahí no salen; nosotros creemos que hay que moverse. Si eso no se logra, termina siendo repetitivo y siento que uno queda como un irresponsable, artísticamente hablando”.

Esta mezcla de pop rock de los años 80 con el sonido tradicional de la banda, ha contado con muy buena receptividad, según el vocalista. “A pesar de las condiciones económicas del país, la gente continúa asistiendo a los shows”.

Sin embargo, afirma que la situación también representa una oportunidad para los artistas nacionales de probar nuevas tarimas y público. Asegura que aunque es cierto que una gran parte del público en los conciertos de artistas venezolanos en el exterior, es venezolano, también hay un porcentaje importante de público extranjero. Es por eso que, aunque no se plantean emigrar, el próximo año esperan llevar su música al sur.