Los transportistas escolares de la ciudad pasan las de Caín para conseguir los repuestos, y cuando lo hacen los precios son exorbitantes.

Dora Caro, conductora, recalcó que “a la Proveeduría no ha llegado ni siquiera un aceite. Ellos nos dicen que tenemos que estar pasando constantemente a ver si hay disponibilidad de algún repuesto”.

Apuntó que lo último que pudo adquirir fue una bomba de gasolina, que “antes costaba Bs. 50 mil y hace poco pagué Bs. 250 mil”.

Asimismo, indicó que los cauchos están desaparecidos del mapa desde hace un buen tiempo.

Manifestó que hay sitios en los que un aceite para motor puede costar hasta Bs. 5 mil. “Ese es el más barato, porque tengo entendido que el de caja es mucho más caro”.

Puntualizó que si bien es cierto que existía una crisis desde principios del año escolar, la misma se ha agudizado.

“Hay quienes trabajaban como transportistas y este año no pudieron continuar porque no encontraron más neumáticos. Mi petición es que nos ayuden con facilidades para obtener los repuestos, de modo que podamos seguir trabajando”.

Finalmente, expresó que hay muchos padres  que han retirado a sus muchachos del servicio debido a la situación país. “Antes tenía unos 40 niños y ahorita solo 12. Estoy cobrando por cada uno Bs. 15 mil mensual, dependiendo de si la distancia que tenga que recorrer es larga o corta”./AO/ac/Foto: Alexander Offerman/