Las tuneladoras Hipólita y La Tequeña concluyeron el tramo hacia La Rosaleda y ahora pasarán a un proceso de mantenimiento de seis meses para seguir con las excavaciones de la Línea 2 de Metro Los Teques, que llegarán hasta el pueblo de San Antonio de los Altos. Como se podrá recordar, las topas terminaron de romper el subsuelo el 7 de junio, cuando llegó La Tequeña hasta La Rosaleda. La Hipólita lo había hecho dos semanas atrás.
El ingeniero mecánico César Quevedo, responsable del área de producción de esta obra, señaló que cada topa avanzó 10,5 kilómetros hasta La Rosaleda, en un proceso de excavación que se inició en 2013. “Para lograr la extensión del servicio comercial de Metro Los Teques, avanzamos con las tuneladoras 14 metros por día, fue un duro trabajo el que hicimos bajo la superficie”.
Avance tuvo acceso a un recorrido guiado por las obras, desde la fosa Santa Isabel hasta La Rosaleda, en total fueron 40 minutos de recorrido a bordo de una especie de locomotora que no circulaba a más de 8 kilómetros por hora por los túneles, esto por medidas de seguridad.
Señaló que en el lugar trabaja un aproximado de 50 personas, entre ingenieros, obreros, técnicos, vigilantes y personal médico, e hizo énfasis en las medidas de seguridad industrial que se toman en el lugar.
“El trabajo es muy desafiante por lo irregular que es el terreno en los Altos Mirandinos, ya que tenemos muchas pendientes. La idea es que los túneles sigan avanzando, es un reto bastante grande por la cantidad de materiales que tenemos que mover”, declaró a los medios de comunicación.
En cuanto a la continuidad de las obras, explicó que entraron en fase de mantenimiento las dos tuneladoras y que esto se extenderá durante seis meses, luego seguirán hasta Los Salias.
“Seguiremos excavando hacia el pueblo de San Antonio, son dos años para llegar hasta allá, para completar los tramos faltantes de la Línea 2”. Señaló que una vez concluido esto, comenzarán los trabajos de la Línea 3, que conectará el sistema con la zona de Las Mayas, en Caracas.
El agua es un desafío
Otro problema que afecta las obras, además de la irregularidad del terreno, es la presencia de una columna de agua de 47 metros, que puede entorpecer un poco los trabajos, aunque el ingeniero destacó que cuenta con tres sistemas para abatir la cantidad de agua.
Las topas
Topas es el nombre que se les da a la tuneladoras en Venezuela; no obstante, los fabricantes las llaman Tunel Boring Machine (TBM). Para estos trabajos se utilizan dos TBM 5.400, de fabricación alemana.
Cada máquina tiene una envergadura de 112 metros y puede avanzar hasta 14 metros por día. Este rendimiento podría ser mayor; no obstante, tiene que mantenerse así dadas las complicadas condiciones del terreno altomirandino.
Conforme avanza, la topa va colocando unos anillos en el túnel que va abriendo, estos son permanentes y son reforzados por los trabajadores. Cada 10 anillos abarcan un segmento de 14 metros.
La operatividad de las TBM es sumamente compleja, y de hecho solo cuentan con cuatro operadores, que tienen que distribuirse en varios turnos. De ellos solo uno es venezolano y es el único en el país capacitado para este trabajo, su nombre es Luis Troya, los demás son de nacionalidades inglesa y alemana.
Recorridos guiados
Los representantes del subterráneo aprovecharon la oportunidad para informar sobre el inicio de un proceso de visitas guiadas a las obras, aprovechando que estarán haciendo el mantenimiento a las topas. Estos recorridos incluirán a medios de comunicación, trabajadores de Metro Los Teques y Metro Caracas y estudiantes de varias universidades de los Altos.
Destacan que es importante involucrar a la gente para que comprenda por su cuenta la envergadura de este tipo de obras. Aseguran que brindarán todos los elementos de seguridad industrial y que el proceso se mantendrá durante dos meses./Samuel Pérez/ac/Foto: Daniel Linares
