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Uniformados abatieron a varios secuestradores

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Tres secuestradores resultaron muertos y otras cinco personas resultaron heridas en un enfrentamiento en Prado de María, ayer a las 7:30 am. Uno de los plagiarios ultimados es un joven de 17 años de edad, identificado como Yeifre Echenique García, que había sido detenido hace dos semanas por el porte ilícito de arma de fuego.

El secuestro, que originó la persecución y enfrentamiento, tuvo lugar en la calle La Saleya a pocos metros del plantel Gran Colombia, donde un comerciante de 35 años de edad fue sometido frente a su local de mecánica industrial, por un grupo de delincuentes. Los hombres se lo llevaron en una camioneta Explorer de color gris.

Su padre se percató de lo ocurrido y pidió ayuda a una comisión de la PNB que patrullaba la zona. Los funcionarios hicieron recorridos y vieron el vehículo en la avenida Roosevelt. Le dieron la voz de alto a los ocupantes y ellos les respondieron a tiros. Los plagiarios arrancaron y continuaban dispararon por la avenida, mientras que los policías pidieron refuerzos.

Una de las patrullas se atravesó al final de la Roosevelt para bloquear el paso a la camioneta Explorer y causó un cuádruple choque, en el cual resultaron heridos un taxista y un hombre que transitaba por el lugar.

Luego se originó otro intercambio de disparos en el que resultaron heridos los tres secuestradores que posteriormente murieron en el hospital Pérez Carreño.

Dos de ellos no portaban documentos de identidad y, según el director de la Policía Nacional, Franklin García, pertenecían a la banda Las Luces, dedicada a la extorsión y secuestro.

En el tiroteo también resultaron lesionados los funcionarios Juan Carlos Vásquez y Ander Díaz, que están fuera de peligro. El comerciante plagiado recibió un disparo en la pierna y está en recuperación.

Pánico y cierre de comercios. El intercambio de disparos duró más de 20 minutos. Algunos transeúntes corrieron a refugiarse en los comercios de la zona que durante la mañana se mantuvieron cerrados por seguridad.

“Iba hacia al trabajo y cuando escuché las detonaciones me metí en un centro de navegación de Internet. El dueño del negocio cerró la puerta y estuvimos hasta las 10:00 am, porque el operativo se mantuvo por largo tiempo. Había muchos policías en la calle. Estaba aterrada, no quería salir, ya uno no puede circular tranquilo a plena luz del día”, dijo una vecina de la avenida Roosevelt./no

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