Años atrás ya se han implementado estos métodos de cobro del pasaje.

CHRISTIAN COLMENARES

El subsidio del pasaje a nivel nacional ha sido un tema que ha traído mucha polémica en el transcurso de los años, ya sea por la idea de un progreso como nación, que nos muestra que poco a poco podemos ir escalando hasta poder formar parte en la mesa de los países del primer mundo, o bien sea por la ineficacia que estos métodos inteligentes y en ocasiones rebuscados han demostrado que todo es un ‘’pote de humo’’ como muchos connacionales han manifestado.

Estos métodos de subsidios del pasaje comenzaron años atrás, pero en el transcurso de los años, han sufrido múltiples transformaciones. En 1996 llegaron los tickets especiales para los estudiantes, llamados Boletos Directo Personalizados (BDP), mismos fueron una iniciativa del Ejecutivo Nacional para prestarle la ayuda a los estudiantes en el ámbito del transporte. Dichos tickets se vendían a los estudiantes a un costo más bajo que el pasaje del transporte para ese entonces. Para adquirir estos boletos, los estudiantes debían dirigirse a las taquillas, presentar su carnet estudiantil o constancia de estudio, para poder adquirirlos.

Estos tickets venían por tipos, según la distancia de traslado. Los estudiantes los entregaban a los choferes como pago y posteriormente los transportistas los cambiaban por su equivalente en bolívares. Más a delante, en diferentes taquillas comenzaron a escasear los boletos, gracias a falta de material para su elaboración, por lo que se estableció que los estudiantes que no tuviesen, solo cancelarían el 30% del pasaje urbano y el 40% en las rutas suburbanas.

Cabe destacar que los choferes ya mostraban molestias, causada por la falta de pagos por parte del estado a la hora de remunerarle el pasaje.

Con la eliminación del Boleto Directo Personalizado (BDP) se generó una confrontación entre el sector estudiantil y transportista, por el temor de los universitarios de quedar sin subsidio. En el 1011 se implementó un nuevo método de pago del pasaje con la llegada de una nueva tarjeta inteligente (TI), vista como una ‘’conquista sin precedentes’’ por el estado venezolano. Esta tarjeta inteligente constaba de 200 viajes para los universitarios y 100 para los liceístas y escolares, así lo aseguró Josant Serrano, coordinador de la Fundación Fondo Nacional de Transporte Urbano (FONTUR), para aquel entonces.

Al comienzo el estudiante solo debía mostrar la tarjeta estudiantil al transportista, posteriormente las unidades de transporte fueron dotadas con unas máquinas que permitían la lectura del chip de las tarjetas lo que efectuaba el cobro del pasaje. Los estudiantes recargaban las tarjetas en las taquillas correspondientes y con ello cancelaban a los transportistas, quienes después llevaban el dispositivo a las oficinas correspondientes y recibían el pago en bolívares, según la cantidad de pasajes estudiantiles cobrados.

Este método tubo un auge muy precoz, debido a que los choferes aseguraban tener problemas a la hora de cobrar el dinero del subsidio ofrecido por el gobierno y además que, estaba escaseando el material para su elaboración. Llevándolos a abandonar esta modalidad y cobrar el pasaje en billetes, como ya se estaba acostumbrado.

Actualmente, el Gobierno implementa un nuevo sistema de cobro de pasaje a través de un dispositivo que tiene el 70% de los transportistas de la capital mirandina, donde el usuario tiene que adquirir la tarjeta R4 en las jornadas de ventas que se realizan en los diferentes puntos instalados en la estación del Metro Alí Primera y en el terminal de Los Lagos.

José Goncalves, presidente del Frente del Transporte de los Altos Mirandinos, manifestó que ‘’este sistema del libre pago, es distinto a los anteriores, ya que es como un punto de venta que va a tener cada transportista. La metodología es diferente porque el dinero le caerá directo a la cuenta de banco del dueño de la unidad. Con Fontur era por medio del estado, porque era un subsidio y esta es una modalidad de pago digital’’./ct Fotógrafa: Yuliettsha Molina