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Vale la pena darse una “escapadita” a San Diego

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Edwind Perez

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Ventas de chicharrón, un parador turístico, son algunas de las atracciones

MARIBEL SÁNCHEZ

Acompañados de una espesa pero encantadora neblina, propia de los Altos Mirandinos, se llega a través de Carrizal al pueblo San Diego de los Altos; que más allá de la paz que inspira, también ofrece diversos atractivos que merece la pena visitar cualquier fin de semana.

Se hace oportuno aprovechar el período vacacional para darse “una escapadita” a ese particular destino turístico, donde los lugareños reciben cálidamente a todo aquel que les visita.

A lo largo y ancho de sus calles se puede hallar cualquier cantidad de comercios que ofrecen lo mejor de sí para “enganchar” a los clientes, principalmente a aquellos que llegan en busca del codiciado chicharrón.

Esnaillit Azuaje, encargada de la distribuidora Sangiacomino de la calle El Parral, declaró a Avance: “Tenemos calidad y frescura para el disfrute de los comensales, ponemos a su disposición el chicharrón con full carne en $17 el kilo, si gustan acompañarlo con exquisitas hallaquitas pagarán solo $20. Hemos tenido full receptividad, a la gente le gusta mucho parar acá”.

Además, cuentan con las galletas y la masa de chicharrón, así como también la manteca vegetal preferida por los panaderos para sus recetas. Abren su local con esmerada atención de lunes a sábado entre las 7:00 am y las 4:00 pm, en tanto que los domingos los hacen de 8:00 am a 2:00 pm.

Un día distinto

Durante el recorrido, Avance llegó hasta el Parador Turístico Tipitiripe, que garantiza sin lugar a dudas un día completamente distinto; ofrecen accesibles precios en flores, artesanías, chicharrón y hasta fresas con crema.

En la chicharronera Yolita, es posible degustar el delicioso “surtido” por $20 el kilo y dos por $35. Se trata de una especie de parrilla que contiene chorizo ahumado, morcilla, carne de cochino finamente picada y hallaquitas blancas o arepitas de chicharrón.

Alberto Gutiérrez, comensal, expresó su asombro y emoción al visitar por primera vez el lugar. “Soy de Los Teques y me parece maravilloso ‘viajar’ sin viajar propiamente, dentro de Guaicaipuro. No hay mucho que envidiarle a la Colonia Tovar, porque la vista de las montañas y el clima de acá son extraordinarios”.

Maitana, es otro lugar que bien vale la pena visitar. Esconde un mágico manantial de donde brota una espectacular cascada, se llega solo con guías de la zona. En pleno pueblo también hay de todo, para que aproveches al máximo tu visita sin ir muy lejos de los Altos Mirandinos.

De todo y para todos

Antes de salir de aquel lugar, se vale visitar las tiendas que en plena vía de retorno ponen a disposición toda clase de artesanías para darle un toque colonial a los hogares, e inclusive llevarle un “recuerdito” muy chic a un familiar o amigo.

Hallarlo será sencillo en el negocio del señor Ismael, al que ha dado en llamar Jardín y Artesanías “Mis Bellezas”, donde se disfruta de un espectacular vivero que va más allá de la típica onda verde. Los cactus fluorescentes colombianos causan furor, al igual que las hermosas orquídeas en varias presentaciones./rp

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