Comunidad que se oponía a construcción intentó quemar vivo al vigilante

Este lunes se armó un zaperoco entre vecinos de comunidades aledañas a la zona industrial El Prado y representantes de Famproa pues los primeros se rehúsan a la construcción de un refugio para animales abandonados.

Así lo informó Carlos Cisneros, encargado de la obra por parte de la empresa privada La Granja quienes aportaron lo necesario para la edificación de la estructura.

Explicó que la tarde del mencionado día, voceros del consejo comunal acudieron al lugar indicando con derrumbar la obra “alegaron que íbamos a dejar abandonada la sede tal y como pasó en Colinas de Carrizal, además que dijeron que les lanzaríamos los excrementos de los perros, cosa que es totalmente falsa pues incluso tenemos un biodigestor para tratar estos desechos”.

Detalló que al vigilante que resguardaba el espacio lo agredieron verbalmente, incluso que lo amenazaron con prenderlo en candela “decidimos, por seguridad y para evitar que la situación pasara a daños mayores, recoger los materiales y esperar a que nos den otro lugar para construir el refugio”.

“Teníamos todo preparado para comenzar a trabajar, tanto materiales como la mano de obra. Se inició con la loza de 200 metros para luego continuar con la sede que sería de tubos de hierro y bloques de cemento, en el lugar se habilitaría un espacio para construir un parque infantil que beneficiaría a los chamos de las comunidades adyacentes”, comentó.

Agregó que también se encargarían de dotar a los animalitos de sus alimentos y demás artículos que necesitaran.

Manifestó que como empresa privada continúan en la espera del pronunciamiento de las autoridades para dar continuidad a la obra en un nuevo espacio que cuente con las condiciones apropiadas para la construcción y que se encuentre apartado de la comunidad para evitar incomodidades por el ruido que hagan los perros./Herlis Domínguez/