Grupos de hombres y mujeres venezolanos que emigran deben «guerrearla» (luchar) a su paso por la capital nicaragüense para continuar su viaje rumbo a Estados Unidos a pesar de la nueva medida migratoria de expulsarlos si entran de forma irregular.
La presencia de connacionales es notoria en semáforos y calles próximas a la terminal de autobuses de «El Mayoreo», un paso obligado por Managua, donde ofician de vendedores ambulantes, limpian vidrios de autos o piden ayuda para seguir su viaje al norte.
Duermen en champas de plástico que tienden bajo árboles o en las bancas de la terminal. Los nicaragüenses se muestran solidarios con sus penurias, señaló la agencia AP.