Debido a los altos costos que tienen hoy en día tanto la perrarina como la gatarina, la mayoría de las personas tuvieron que dejar de un lado la costumbre de adquirir el producto para alimentar a sus mascotas. Por tal motivo, dueños de distintas avícolas afirman que en los últimos tres meses las ventas disminuyeron considerablemente.

“Antes algunas personas venían y se llevaban hasta el saco, sin embargo, desde que empezó a aumentar si acaso vienen y se llevan medio kilo o el kilo completo, pero son contados los que aun se llevan los sacos”, aseveró Daniel Pérez, vendedor.

A consecuencia del costo muchos han optado por darle otro tipo de alimentos a los perros, los que pueden incluir hasta las conchas de las verduras y algunas veces mezclarlas con arroz, si es que se tiene.

Anteriormente la otra alternativa era la carne especial con arroz, pero esta también se elevó de precio. Otras personas que tienen contactos en polleras buscan la manera de que los vendedores le consigan los desperdicios, huesos, viseras, pescuezos, y hasta cabezas para poder resolver la alimentación.

Existen personas que de lo que comen les dan a sus mascotas, pero estas son pocas ya que concuerdan en que la comida es insuficiente y lo que tienen es para comer ellos. La otra cara de la moneda, es que a consecuencia de esta situación, hay familias que deciden dar en adopción o abandonar a los animales.

Las galletas, huesos y otras comidas que venden en las avícolas también dejaron de venderse, pues encuestados aseguran que el dinero que ganan se va solamente en los alimentos para sus hogares, por lo que incluso hasta mandar a bañar a los perros quedó en olvido por sus precios./jd