El último adiós a Vicente Fernández fue dividido entre lo que significa un funeral convencional y un gran concierto para los fieles seguidores de Chente.
Fue parte tristeza y parte celebración. Y es que así lo quiso él, quien había dejado clarísimo a lo largo de los años que no quería que su despedida final fuese solo lágrimas, sino una celebración a lo que fue su vida sobre los escenarios, indicó Globovisión.