Prometieron mudarlas para El Chorrito pero les incumplieron

En octubre de 2011, el entonces vicepresidente de la República, Elias Jaua, puso la primera piedra en el urbanismo El Chorrito y en aquel momento anunció que los apartamento serían para familias de la carretera vieja que vivieran en alto riesgo, hacinadas, alquiladas o arrimadas. Sin embargo, han transcurrido dos años y medios y escasamente se pueden contar con los dedos de las dos manos la gente de esos sectores que ocupan hoy día los inmuebles que construye Metro Los Teques.

Alberto Carvalho, vocero comunal de Barrio Ayacucho, señaló que últimamente entregaron tres edificios, es decir, 60 apartamentos, de los cuales 29 los destinaron a familias de El Nacional, 15 para refugiados y los 16 restantes fueron distribuidos entre 12 consejos comunales de la carretera vieja. Dijo que la cantidad resulta insuficiente, teniendo en cuenta que existe un censo de 300 familias que requieren con urgencia ser reubicadas en viviendas dignas.

Apuntó que sectores como La Esperanza A y B y Barrio Venezuela deben ser desalojados en su totalidad. “Informes elaborados por la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) dan cuenta de una falla geológica en esas zonas”. A lo anterior se suman las detonaciones que hizo el consorcio Metro, en 2002, cuando construía el túnel Carrizalito, que ocasionaron que la mayoría de las casas presentan grietas en paredes y pisos. Para algunas pagaron indemnizaciones.

Trabajaron pa´lapa

 “En las viviendas hay filtraciones, muchas se están cayendo. El personal del Metro siempre nos prometió sacarnos de aquí, pero nunca cumplió. Aún quedamos 69 familias”, denunció Helana Vivas, integrante del consejo comunal de La Esperanza A.        Indicó que luego de meter carpetas en cuanto organismo del Gobierno le decían, les pidieron buscar un terreno para hacer un complejo habitacional. “Finalmente conseguimos uno al lado de Barrio Ayacucho, comenzaron a hacer El Chorrito y resulta que le dieron los apartamentos a personas ajenas a nuestras comunidades. Allí hay gente de La Matica, Guaremal, El Nacional”.

Subrayó que en su comunidad sortearon dos apartamentos, uno de ellos se lo ganó su hijo pero no se lo dieron por ser hombre soltero. “Cuando estábamos en campaña Francisco Garcés vino y prometió ayudarnos si llegaba la Alcaldía, ganó pero no ha regresado”./sa/Ronald Peñaranda.