En lo que va de año el Ministerio de Servicio Penitencio no hay autorizado transferencias. En un cuartico de 3 X 3, que hace las veces de calabozo, permanecen amorochados 15 presos y en otro espacio de igual tamaño hay 15 más, para completar 30 reos.

El panorama evidencia el hacinamiento que persiste en la sala de aprehensiones de la Policía Municipal de Los Salias, ubicada en el kilómetro 16 de la carretera Panamericana.

Un hombre, de aproximadamente 23 años, que está sentado en el piso, que cubre su rostro con una franela blanca y mientras habla toca los barrotes oxidados de la reja declaró al diario Avance, que está ahí por robo. Lo atraparon en el barrio Las Minas y lleva 22 meses esperando que lo envíen a otra cárcel.

“Estamos cansados de estar aquí. No llevamos sol, muchas veces nos desmayamos porque no aguantamos el calor. Subsistimos con la comida que nos traen nuestros familiares, porque con la situación que hay la policía no puede darnos alimentos”.

Otro interno que está más al fondo, grita que no cuentan con ventilación ni luz. Sin embargo un compañero suyo que está acostado en una de las hamacas que tienen guindada en el sitio, ni si inmuta con la presencia de nuestro equipo.

“Teníamos pensado hacer una huelga de hambre, pero después desistimos porque el Gobierno no le para a eso. Sólo nos queda esperar que la ministra Iris Varela se apiade de los que estamos aquí y firme los traslados”, señaló otro recluso.

La comisionada Carmen Mavares, directora del organismo, recordó que el última vez que autorizaron una transferencia masiva fue el 30 de diciembre de 2016. En esa oportunidad se fueron 16.

En marzo de 2017 trasladaron a unos pocos y en lo que va de 2018 a ninguno. “Hace un mes el alcalde Josy Fernández coincidió con la viceministra del Servicio Penitenciario Mari Pili Viera a quien le planteó la situación y ella prometió acelerar los casos, pero aún estamos esperando”.

Informó que todas las semanas piden cupos para otros penales, sin embargo nunca les dan respuesta.

Precisó que ellos han cumplido con su parte, hasta tienen listos los kits que piden para cada privado de libertad, que incluye uniformes amarillo y azul, zapatos sin trenzas, colchonetas, toallas y demás artículos de lencería, así como productos de aseo personal.

En otras oportunidades el mandatario Fernández ha manifestado que se le están violando los derechos humanos a los detenidos. También ha afirmado que las policías municipales cumplen una función administrativa y no están diseñadas para recluir a delincuentes./Ronald Peñaranda