Habitantes de residencias Trigo Dorado, expresaron su indignación con un gigantesco bote de agua de cloaca que comenzó hace dos semanas, al final de la avenida Bolívar.

Pedro Colina, declaró que esa gran cantidad de agua proviene del barrio al que se ingresa por el callejón Páez, señalando que la pequeña cascada ha estado amenazando a al menos 200 familias de todo el sector que tienen que transitar por la zona de ida a sus trabajos y de regreso a sus casa a diario. “La gente tiene que dar brincos para no pisar la laguna inmunda”.

Indicó que ya se ven heces fecales, y que a pesar de los incalculables reclamos, los entes responsables no han dado respuesta de ningún tipo todavía.

Por otra parte José Ladera, comentó que la vía está llena de arbustos que no han sido cortados desde los pasados carnavales y que toda la curva al final de la urbanización se encuentra en completa penumbra de nuevo./SB/rp

Foto: Jesús Chacón

El bote se originó hace tres semanas y nada que lo arreglan