Testigos denuncian que en las localidades permanecen “fuerzas combinadas” del gobierno, integradas por policías, antimotines, parapoliciales y paramilitares. Aseguran que hombres a bordo de vehículos disparan en contra de los habitantes.
Además señalan que el régimen está llevando a cabo una “operación limpieza” que consiste en remover los bloqueos de las vías principales.
Denuncian también que el vehículo en el que viajaba el obispo Abelardo Mata, uno de los mediadores del diálogo entre el gobierno y la oposición, fue atacado a tiros en una carretera a la salida de Managua. El religioso buscó refugio luego en una vivienda que terminó hostigada por turbas orteguistas.
Integrantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se han trasladado a las zonas para buscar soluciones pacíficas y proteger a la población.
Este escenario se registra pocas horas después que la Universidad Autónoma de Nicaragua y la Iglesia Divina Misericordia en Managua también fueran blanco de grupos paramilitares. Hechos en los que murieron dos personas.