Ocho unidades, un jumbo y un payloader levantan sedimentos

MARIBEL SÁNCHEZ

Tan solo 150 metros de cola, que fluye sin mayor estancamiento, separa a los conductores de los trabajos de levantamiento del  derrumbe que se viene ejecutando desde este jueves en el kilómetro 38 de la carretera Panamericana, sector El Caobal, en dirección Los Teques- Las Tejerías.

En un principio, las labores arrancaron con tan solo cuatro camiones y dos retroexcavadoras tal y como lo informó Avance; sin embargo el panorama cambió este viernes cuando cerca de las once de la mañana se pudo notar en el lugar la presencia de un jumbo, una payloader y ocho camiones que se encargarán de levantar y remover los sedimentos.

De acuerdo con uno de los trabajadores, “la intención del reforzamiento de la flota vehicular obedece al propósito de agilizar la liberación de los cuatro canales de la vía, de manera que el tránsito pueda fluir sin inconvenientes. Se estimaba recoger unos 1800 metros de tierra y ya sobrepasamos ese límite”.

Entretanto, la circulación transcurre por un par vial donde se alterna el paso de los vehículos que van hacia y desde Las Tejerías. Ante este progreso, vecinos de la zona y conductores de la concurrida arteria vial aplauden la metodología que está empleando la Gobernación para agilizar el proceso.

Aura Aguilar, conductora, expresó: “Era justo que después de tanto tiempo quitaran ese tierrero que nos traía angustiados a quienes manejamos por aquí con cierta frecuencia, lo más oportuno es que lo hicieran con rapidez como en efecto lo están haciendo. Bien hecho”.

Exigen atacar todos los flancos

Voceros de los consejos comunales de El Caobal también se unieron al júbilo que embarga a los usuarios, sin embargo, solicitan que más allá del proyecto que les plantearon este jueves los ingenieros atiendan un segundo derrumbe que está en ese mismo sector.

“El que están quitando tiene seis años, pero hay otro un poquito más adelante que es importante atacar también. Así como también queremos que se le haga por favor un cariño a la carretera, desde el kilómetro 28 hasta Las Tejerías. Está repleta de huecos, no tiene alumbrado público y carece tanto del rayado de señalización como de los necesarios ojos de gato”, declaró María Brito, vocera comunal.

Enfatizó sobre la frecuencia con la que deben brindar ayuda a los propietarios de vehículos que quedaban varados al margen del derrumbe. “Gracias a Dios nunca tuvimos víctimas que lamentar, pero sí hubo muchísimos accidentes, por ejemplo de motorizados que no conocían la vía y no se percataban de la situación, pegaban frenazos que los bombeaba hacia el pavimento”./rp Fotos: Yuliettsha Molina