Ya son más de 75 decapitados en lo que va de año, y las cifras seguirán aumentando, puesto que 51 personas más esperan su ejecución pública ante el silencio de los medios de comunicación Occidentales.
Esra al-Ghamgam llevaba tres años detenida por manifestarse pacíficamente por la democracia y por la libertad de los presos políticos, desde diciembre de 2015.
Fuentes de Arabia Saudita informan a Press TV que han decapitado públicamente a una activista, que pasó tres años detenida por criticar a los gobernantes del reino.
La cuenta de Twitter Thefreethoughts y otras fuentes sauditas dijeron que la mujer, llamada Esra al-Ghamgam, fue ejecutada por orden del fiscal el domingo.
Compartió un video que mostraba a un verdugo que la acostaba en una posición recostada en el suelo antes de decapitarla con una espada cuando las fuerzas de seguridad esperaban.
Ghamgham fue detenida junto con su esposo Seyyed Musa Ja’afar Hashem durante un ataque de seguridad en su casa en la región principalmente chiita de Qatif en la Provincia Oriental el 8 de diciembre de 2015.
Citando la cuenta de Twitter, el periódico al-Quds al-Arabi, con sede en Londres, informó anteriormente que su detención se produjo en respuesta a sus actividades «antisistema».
Hoy el regimen islamofascista de Arabia Saudí, que es amigo y socio prioritario del estado fascista español y de su monarquia, ha decapitado a la defensora de los Derechos Humanos y feminista, Esra Al-Ghamgam, por participar en unas protestas pacíficas contra el regimen saudí.
Dijo que el activista solía participar en las protestas pacíficas en la región en apoyo de la democracia y la liberación de los presos políticos.
El príncipe heredero del reino, Mohammad bin Salman, ha estado tratando de presentarse a sí mismo como el campeón de la reforma social y una figura liberal.
Ya en mayo, levantó la prohibición del reino sobre la conducción femenina, pero poco antes, las fuerzas de seguridad sauditas realizaron una serie de arrestos de mujeres activistas, incluidas algunas de las personas que habían apoyado la eliminación de la prohibición.
Según los informes, los activistas continúan tras las rejas, y tanto las detenciones como las detenciones continuas provocan críticas directas de grupos de derechos internacionales.