Muniqueses tratarán de remontar la desventaja de 1-0 ante los madrileños en la Champions

El Allianz Arena de Múnich albergará esta tarde (2:45) uno de los partidos más intensos, emocionantes y atractivos que pueden verse en el futbol europeo, cuando el Bayern y el Atlético de Madrid se midan en la vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones.

El duelo lo tiene todo: una final de la máxima competición continental como premio, un desenlace incierto tras el 1-0 logrado por el Atlético en la ida, un partido entre los dos técnicos más carismáticos del momento y un choque de estilos radicalmente opuestos.

En el banquillo local se sienta Pep Guardiola, el gurú del futbol de toque, el hombre que llegó a Múnich para llevar al Bayern a otro nivel. El español lo ha ganado todo a nivel local, pero le falta culminar su obra con una Champions, torneo en que se ha quedado en sus dos años anteriores en semifinales.

Es su última oportunidad, porque a partir de la próxima temporada se hará cargo del Manchester City, así que el partido de hoy es un examen que marcará por siempre su paso por Alemania. Pocos equipos igualan la potencia de fuego del Bayern. Pero quizá ninguno en el mundo puede compararse con la capacidad defensiva del Atlético de Diego Simeone.

El conjunto dirigido por el argentino es quizá el bloque de jugadores más convencido de lo que hace, un grupo de soldados disciplinados a las órdenes de un general al que nadie discute, un equipo solidario en el esfuerzo.

El Atlético es el conjunto que mejor hace todo aquello que más molesta a Guardiola: presión asfixiante, líneas muy juntas, defensa infatigable y concentración del primer al último minuto. No anota mucho, pero eso es algo que no le preocupa. Sus últimos cuatro partidos los ganó 1-0 y en Múnich le basta con mantener el arco impoluto.

Con el césped rasurado a su gusto, Guardiola tendrá un desafío táctico a la altura de su fama. El Atlético sabe que el balón se moverá más rápido que en Madrid y entrenó específicamente las ayudas a los laterales.

El español es capaz de innovar tácticamente en momentos clave. Ya lo hizo otras veces. Pero sin el lesionado Arjen Robben y con Franck Ribery en duda, su margen de maniobra se reduce. En el Atlético las dudas pasan por el central Diego Godín, cuya inclusión en el once podría agravar su lesión muscular, y por Yannick Carrasco, que ya parece recuperado de sus problemas de tobillo.