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Bernardo Calvo: No hay un incentivo fiscal con el tema de los impuestos

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Periodistas de Avance

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“Las industrias están compitiendo de forma desleal contra productos importados”

CARMEN TERÁN

“La pequeña y  mediana industria es uno de los sectores ecónomicos que más ha sufrido por este tema del esquema 7+7, cierre temporales, restricciones, sobre todo corrupcion por parte de los funcionarios publicos a través del desarrollo de la cuarentena, producto de la presunta pandemia, donde en cada alcabala del interior hacia Caracas se han estado incrementando los costos por aquello de la función supuesta de revisión que termina en otros asuntos”.

Así lo declaró al Diario Avance, Bernardo Calvo, presidente de la Cámara de Pequeños y Medianos Industriales de Miranda (Capmi Miranda), quien señaló que no hay un incentivo fiscal por parte del sistema nacional de impuestos, donde se les diga a las empresas que van a tener restricciones y exoneraciones para movilizar la economía después de tantas dificultades.

“Por el contrario tenemos una persecución fiscal tributaria donde prela una voracidad en el cobro de los impuestos y en el invento de nuevos impuestos, justamente cuando el sector productivo nacional está inmerso en una terrible catástrofe económica, producto de políticas equivocadas que solamente han logrado desarticular las cadenas productivas, han logrado la destrucción de una gran parte del sector productivo”.

Indicó que sólo medianas empresas hacia arriba han podido sobrevivir en alguna medida, ya sea porque eran sectores prioritarios de alimentos o bien sea que tuvieron la oportunidad de trabajar en ese ritmo del 7+7.

“Sin embargo hemos visto algunos cierres temporales, otros cierres permanentes. Los cierres temporales son empresas durmientes que han despertado en una catástrofe económica a una cuarentena que les ha impedido resurgir, levantarse o funcionar, esta mezcla del año 2018 con la desaparicion absoluta del bolívar como unidad de cuenta que ya venía desapariendo producto de la devaluación”.

Detalló que las empresas que están en un estado durmiente han hecho sus análisis para reapertura, pero no pueden abrir primero que nada porque el mercado está contraido, la capacidad de compra está contraida, la gran parte de los habitantes del país están devengando un salario de hambre de $3 por mes, pocas personas disfrutan de un salario de $80 de promedio, que se lo está pagando precisamente la pequeña y mediana industria que sí está funcionando”.

“Están operando de una manera ínfima, como lo dijo el presidente de Conindustria por debajo del 23%, por lo que no se justifica ninguna inversion privada, pública, ninguna inversión de cualquier tipo a nivel nacional e internacional para funcionar con este porcentaje, porque esas son pérdidas constantes, cada minuto, cada hora”, señaló

Además refiere que estas industrias están compitiendo de forma desleal contra productos importados terminados que están exonerados de aranceles e IVA, cuando a la cadena productiva sigue cancelando sus pagos correspondientes.

“Eso daña el mercado interno que debería ser propio de las personas que invirtieron en Venezuela haciendo inversión de tamaño industrial”, dijo.

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