Al menos 23 civiles, siete de ellos miembros de la misma familia, murieron este martes en bombardeos del Bashar al-Ásad en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (Osdh).
Los bombardeos causaron también 30 heridos, algunos de ellos en estado grave, indicó la misma fuente, en esta región que sigue fuera del control del régimen y donde a finales de agosto se aplicó un alto el fuego, violado regularmente por bombardeos y enfrentamientos desde hace varias semanas.
Entre los 23 civiles muertos se encuentran siete miembros de una familia, entre ellos un niño, que fallecieron en la localidad de Talmanas, y una mujer y las tres hijas de un socorrista de los «Cascos blancos» fallecieron en Badama, según el OSDH.
La provincia de Idlib está dominada por los yihadistas del grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS), ex brazo sirio de Al Qaida. CaraoptaDigital /