La carne de cerdo era una de las más demandas por los habitantes de la ciudad de Los Teques, sin embargo, el alto costo por el cual se comercializa ha hecho que los consumidores prefieran “verla de lejitos” y busquen otras opciones proteicas.

Cabe señalar, que cada vez son menos las carnicerías donde se venden al público, así que para conseguirlas hay que dirigirse a los establecimientos más exclusivos de la capital mirandina, donde tienen un valor de Bs. 3 millones 390 mil por kilogramos, lo que representa casi mes y medio de trabajo, basándonos en el salario mínimo de un trabajador. El coste es tanto para las chuletas de cerdo frescas, como para las ahumadas.

“Nosotros vendíamos aquí, pero decidimos no pedir más porque en una oportunidad se nos dañaron, la gente pasa, las mira y siguen de largo”, declaró un negociante. /MC/lb