Lluvias, impuestos y servicios básicos son las más grandes preocupaciones

DORIANA BORREGO

El comercio en Pozo de Rosas y la vía a El Jarillo, se ha visto afectado en gran medida por la temporada de lluvias, además de otros factores como los impuestos que se mantienen en tarifas que no se ajustan a sus ingresos mensuales, también los afecta el estado de la vialidad y las constantes fallas eléctricas que traen inconvenientes en las transacciones de pago.

“No es suficiente con que trabajamos prácticamente solo para cubrir los servicios básicos y los impuestos, a eso debemos sumarle que con las lluvias no suben casi clientes, la gente prefiere quedarse en casa o salen no más a las cosas de primera necesidad, no al turismo”, indicó Luz Rodríguez, quien forma parte del equipo de trabajo de La Rosa del Pozo, un restaurante de la zona.

Quienes cuentan con locales dedicados al sector del turismo, como los restaurantes, se mantienen luchando en contra de estos inconvenientes que cada vez dificultan más el tener un negocio propio o familiar.

 “Pareciera que la electricidad es alérgica a la lluvia porque cada vez que caen unas gotas se va. Este fin de semana estuvo lloviendo mucho y la afluencia se mantuvo muy baja, además, cuando hay problemas con el servicio los puntos no quieren pasar tampoco entonces no sé qué hacer porque para hacer pago móvil, tampoco”, dijo.

En comparación con hace 5 años, se mantienen trabajando al 15% de su capacidad, por lo que han tenido que reducir considerablemente su personal y la cantidad de mercancía con la que se surten semanalmente.

“Aunque la vialidad ha mejorado un poco, todavía falta mucho. La gente viene ve que la vía esta fea y después prefieren no tomar la ruta y los más afectados somos nosotros, que nos quedamos sin el chivo y sin el mecate”, señaló.

Así explicó con respecto al estado de la vialidad, que se ha visto afectada por las constantes lluvias que provocan desplazamientos de tierra con bastante frecuencia.

Lo que en algún momento fue un paradero turístico de gran renombre y afluencia, se ha convertido en una zona comercial que lucha por sobrevivir dentro de las dificultades, por lo que quienes hacen vida en el lugar esperan que incremente la clientela y se tomen medidas con respecto a los factores con influencia negativa en su desarrollo./at