Samuel Barilla

Consumidores encuestados comentaron que por los sueldos limitados y la inflación que aunque aguantada va para arriba de nuevo, gozar de las tres comidas bien resueltas se convirtió en cosa del pasado. Opinaron que algunas familias tienen la suerte de llegar apenas a dos comidas por día.

María Cándida Fernández declaró que en su hogar residen su hijo y ella, y con su pensión puede costear algunas compras como frutas y un poco de pollo.

Expresó que los comercios vuelven a vender todo caro, que ciertos productos como la carne “brillan por su ausencia”, y no podía costearse sustitutos como el pescado, pues exceden su presupuesto. Y aunque consideró que con esto puede suplir las necesidades de una semana, su hijo y ella solo pueden disfrutar del almuerzo y la cena.

Asimismo, José Bolívar concordó en que la quincena apenas alcanzaba para adquirir ciertos rubros como harina y plátano, ya que otros como el queso resultaban inalcanzables, un asunto que le resulta más complicado teniendo que vivir con su hermano.

Apuntó que con el bono de alimentación de Bs.S 180, sería capaz de cubrir otros gastos como el pan campesino y un kilo de cambures, pero que todavía estaba a la espera del mismo. Enfatizando que solo puede darse el placer de dos comidas en el día durante una semana, mientras que ya la siguiente vuelve a quedar “alcanzado”./SB/ gf