“Hay que cuidar el ambiente”, lo escuchamos una que otra vez, nos hablan de calentamiento global y es poco lo que entendemos, no sabemos de dónde provienen muchas de las cosas que compramos. Aunque desconozcamos mucha información, algo tenemos que tener presente todos los seres humanos, y es que cada uno de nosotros, por el medio que deseemos, debemos aportar nuestro grano de arena para que este sea un mejor planeta y así, garantizar una vida feliz a nuestra descendencia.

Cada uno tiene que estar consciente que no necesitamos ser científicos o destacados ambientalistas para cooperar en esto de cuidar el ecosistema. Cualquiera puede, acá te dejamos algunas recomendaciones para que las practiques, cuando quieras, pero lo importante es que aumentes la conciencia y colabores en esta hermosa labor de proteger a nuestra madre Tierra.

Reutiliza. No tienes que guardar todo lo que consideras basura, pero sí comenzar a curiosear con lo que puedes hacer con materiales de desecho. Por ejemplo, esos envases de vidrio en los que viene la mayonesa y otras saltas, ¿por qué botarlos? Con una bonita decoración, pueden servirte de portalápices y aprovechando la tapita, podemos guardar cualquier alimento que no queremos que se nos dañe. Recuerda, es mejor usar envases de vidrio que de plástico.

Protege el agua. No es que vas a impedir que en tu casa se beban toda el agua de la nevera o mucho menos dejarás de lavar tu carro para cuidar el agua, pero sí puedes cerrar el grifo mientras cepillas tus dientes o pasar menos tiempo en la ducha. Es imperdonable que no arregles alguna gotera que se produzca en las tuberías de tu casa, no olvides que en muchas regiones del mundo harían lo que fuese por beberse un vaso diario de esa agua que tu desperdicias.

Pilas con la electricidad. Mucho apuro, desconectas el celular y dejas el cargador enchufado todo el día ¡No! Eso no debe hacerse nunca, pues la cantidad de energía eléctrica que desperdicias es incontable. Nada te cuesta desenchufarlo, lanzarlo en cualquier lugar de tu habitación e irte corriendo. Tampoco es muy difícil apagar todas las luces de tu hogar cuando no te encuentres.

¿Basura? Sabías que las conchitas de papa, zanahoria, cambur y cualquier otro alimento orgánico es uno de los abonos ideales para la tierra. Ok, entonces, qué te parece si te comprometes a acumularlo en una bolsita y luego esparcirlo en ese jardín que seguramente poco atiendes o dentro de los enormes porrones que probablemente adornan la entrada de tu vivienda.

¡Actívate! Si ya vienes avanzando en tu trabajo por defender a capa y espada el ecosistema, entonces puedes tomarte tu tiempo para caminar o andar en bicicleta. No hay excusas para, al menos una vez a la semana, no tomar el acostumbrado autobús e irse a su lugar de destino. ¡Anímate!

Por Glorimar Fernández