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Cuatro muertos en operativos policiales

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Periodistas de Avance

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Los hechos ocurrieron en varias zonas de Caracas

En la morgue de Bello Monte coincidieron la mañana de este jueves tres familias que fueron a retirar los cadáveres de sus seres queridos.

Según destacaron cada una de ellas, la causa de las muertes fue por “supuestos enfrentamientos” con funcionarios policiales, según reseñó El Universal.

El primer caso se reportó en el sector La Quebradita de la avenida San Martín, a las cuatro de la tarde del martes.

El fallecido fue identificado como Oswall Márquez, de 23 años. Recibió dos impactos de bala en el pecho, dijeron los deudos.

Relataron que el joven iba camino a la casa de una tía en la zona, cuando se encontró con el operativo de seguridad que hacían funcionarios del Cicpc.

Desconocen por qué le dispararon y le quitaron la vida, pues él estaba lisiado producto de una caída que sufrió en las escaleras de la casa de su abuela, ubicada en el sector El Cafetal del kilómetro 12 en El Junquito, una semana atrás.

Ese día pretendía quedarse a dormir en la casa de la tía, para ir el miércoles en la mañana al médico. “Con la caída se fracturó el tobillo izquierdo, la mano izquierda y dos costillas, y además se desvió la cadera. Su mamá lo dejó en el Metro Artigas y de allí caminaba para la casa”, detalló la tía.

Como no llegó se alertaron y comenzaron a buscarlo, pero se enteraron del crimen cuando vieron el noticiero por televisión esa noche.

“Nos dijeron en el Cicpc que se enfrentó y eso es falso, ese muchacho no podía caminar bien y estaba lisiado”, dijo la mujer.

Explicó, además, que era estudiante de Administración de Aduanas y era el menor de dos hermanos.

El segundo fallecido en circunstancias similares fue Oniel Rojas, de 19 años. Lo mataron a las cinco de la mañana del miércoles dentro de su casa, ubicada en la calle 4 de Nuevo Horizonte en Catia.

Su madre, Mayra Rojas, dijo que ese día el muchacho estaba durmiendo con su esposa e hija de dos años, cuando llegaron funcionarios vestidos de negro y encapuchados tumbando las puertas de las casas. Según, buscaban a los responsables del homicidio de un efectivo policial.

Lo cierto es que sacaron a la mujer y a la niña de la vivienda, y a él lo mataron en la sala. “Le dieron un tiro en el pecho y se lo llevaron al hospital Periférico de Catia. Los mismos policías limpiaron la sangre y se llevaron las conchas de las balas que dispararon para simular un enfrentamiento.

No tengo miedo de denunciar, porque mataron a un joven inocente. Tantos delincuentes que hay y matan a los equivocados”, refirió la mujer dolida.

Dijo que su hijo estaba trabajando en una platanera para ganar más dinero y poder mantener a su familia, pues el empleo que tenía antes en una tienda de comida rápida no le generaba ganancias.

Quien tampoco tuvo miedo de denunciar fue Luzmary Pavón, a quien le mataron sus dos únicos hijos varones el mismo día y en el mismo sector Nuevo Horizonte, pero en la calle 3.

El operativo de seguridad se extendió hasta el mediodía, y los hermanos Yunin Hernán y Ángel Joel Leal Pavón, de 23 y 20 años respectivamente, fueron interceptados por los funcionarios policiales a eso de las nueve de la mañana, cuando salieron en una moto a trabajar.

La madre de ambos relató que sabían del procedimiento de seguridad y prefirieron esperar hasta que el clima estuviese calmado para poder salir a trabajar.

“Ellos tenían una venta de charcutería por la sede del Ministerio de Educación, y siempre salían muy temprano. Como el barrio estaba tomado por la policía, les dije que no salieran porque era peligroso. A las nueve cuando decidieron irse, los frenó la policía y se los llevó, luego los mataron”, describió la madre.

Testigos de la detención le notificaron y ella comenzó a buscarlos, pero no le daban razón. En la tarde fue cuando se enteró que los hermanos habían sido ingresados al Periférico de Catia muertos. La moto no aparece.

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