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Daniel Ford, orgullo tequeño de la juventud

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Piano, cuatro, guitarra y mandolina nutren el alma de este prodigioso intérprete

“Mi amor por la música no es normal”, palabras del talentoso joven tequeño Daniel Ford, que a sus 26 años de edad ha cosechado una trayectoria impecable. Nacido en el Hospital Victorino Santaella y criado en la urbanización El Paso, nos contó que su pasión por los instrumentos es algo que trae en las venas y que ha desarrollado con mucha disciplina y humildad.

Expresó que es el tercero de cuatro hermanos y el único que se convirtió en músico. “Mi inclinación surgió desde muy niño, tengo un tío que desde siempre ha sido un excelente guitarrista y gaitero, con él me ponía a practicar y me fue cautivando cada vez más, tanto que quería tocar de todo, aunque el piano para mí era lo máximo”.

Como para ese entonces no podía tener su propio instrumento teclado, se enfocó a afianzar sus aptitudes en los de cuerda. Señaló que se formó empíricamente y que en las reuniones familiares donde predominaban las tertulias musicales él se instalaba a ver y oír para al instante formarse “de guataca”, señaló que lo que aprendió con su tío José Ford a nivel de guitarra lo aplicó a otros instrumentos.

Más adelante ingresó en 2011 al Conservatorio de Música Pedro Nolasco Colón, a la par que dictaba clases en el Ateneo de Los Teques, donde se inició en el 2008 y en el que formó una pequeña estudiantina y la orquesta de guitarra de la institución en 2010. “Allí instruí a niños, jóvenes y adultos en guitarra, cuatro, piano, mandolina y flauta; comencé con cinco alumnos y llegué a tener hasta 50 que incluso por referencia venían de otras academias para que yo los formara, fue una labor muy bonita”.

Refirió que su experiencia como forjador de nuevas generaciones musicales la desarrolló por pura vocación, considera que no es útil llevarse los conocimientos a la tumba y que la mejor manera de compartirlo es a través de las enseñanzas que promueve, donde por cierto conjuga desde su propio ejemplo valores como el respeto, compañerismo y tolerancia, con miras a formar personas de bien en todos los sentidos.

Este prodigioso talento de nuestra tierra tuvo que retirarse de su rol como facilitador hace aproximadamente dos años, a raíz de que le surgió la oportunidad de ingresar al Sistema Nacional de Orquestas, donde pasó a conformar el equipo Alma Llanera en el Conservatorio Simón Bolívar, donde pudo recorrer diferentes núcleos en todo el país para dictar talleres de música con instrumentos venezolanos.

“Gracias a eso ingresé hace casi cuatro años a esta orquesta que tengo el honor de dirigir desde hace dos años en el núcleo Los Teques. Ese ha sido uno de los mayores logros que he obtenido, siento que ha valido la pena todo el esfuerzo que he hecho y que he disfrutado a plenitud porque pongo mi granito de arena para la sociedad”.

El proyecto más importante

Con un deslumbrante brillo en el rostro, Daniel detalló que uno de los principales proyectos musicales que ha emprendido es el que surgió con su agrupación Solo Ensamble, que para ese entonces se llamaba Ensamble Tequetense “es parte importantísima de mi vida, nació a principios de 2009 por iniciativa de Fernando Rodríguez, Alexis Pino y mi persona. Me invitaron a presentarme en la graduación de un colegio y lo hice pero con mi combo, por fortuna nuestra propuesta fue muy bien acogida”.

Daniel funge como guitarrista, Fernando como cuatrista y Alexis que hacía lo propio en la mandolina. Hasta que un alumno de Ford, que destacaba por su excelente desempeño, pasó a ser parte de la agrupación en el violín, se trataba de Luis Carlos Gutiérrez; quien a principios de este año viajó al exterior y será reemplazado por José Arturo Yánez.

Solo Ensamble no es más que una aleación entre la música académica y la popular. Interpretamos con instrumentos de cuerda lo mejor de la música venezolana pero con los arreglos y estilización de la sinfónica. En 2013 grabamos nuestra primera producción discográfica por autogestión, denominada ‘Tocando madera’, compuesta por 12 temas, donde cuatro de ellos son de mi autoría”.

Apuntó que esa interpretación instrumental ha calado muy bien dentro del gusto del público en general, porque entre otras cosas sus integrantes le brindan un sello inconfundible, donde se conjugan juventud, sentimiento y jocosidad en cada demostración en interacción con el público en todo el territorio nacional y hasta en Colombia.

Los interesados por adquirir ese interesante material pueden seguir a la agrupación a través de las redes sociales, por la cuenta @soloensamble; Ford destacó que ya están trabajando en la preparación del segundo disco, que podría estar listo a mediados de 2017.

Más allá de su labor artística, los integrantes de la agrupación, se han dedicado a promover desde el ejemplo una interesante labor, como lo es acudir a las escuelas para enseñar a los niños cuáles son los instrumentos de cuerda, cómo se tocan y por supuesto la importancia de los mismos; donde por cierto terminan siempre compartiendo gratos momentos entre canciones y aprendizajes.

Pasión dividida

Aunque el mundo de Daniel siempre gira en torno a una guitarra, cuatro o mandolina, la verdad es que su entusiasmo principal se enfoca hacia el piano. “Es el instrumento que más me ha gustado desde siempre, para mí es el más completo y sublime que existe.

Considero que armónicamente  puede ser incluido en todos lo géneros que existen, cuando toco el piano me sumerjo en un éxtasis indescriptible que me traslada a otro mundo”

Aseguró que podría pasar todo un día tocando sus instrumentos sin problema alguno, y vaya que lo hace muy bien, porque durante la entrevista ofreció una clara muestra de su mágico talento.

“De no ser por las actividades cotidianas que uno debe hacer, pasaría todo mi tiempo tocando así se me cansen los dedos, porque mi amor por la música no es nada normal”.MS/lb/Foto: William Sánchez

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