Los habitantes del hemisferio sur podrán ser testigos este viernes 13 de julio de un espectáculo cósmico que desde diciembre de 1974 no podían apreciar: un eclipse solar parcial causado por una superluna.
Dicho fenómeno, anunciado por National Geographic, tiene lugar cuando la luna nueva o la luna llena se encuentra en el punto más cercano a la Tierra, lo que hace que el satélite parezca más grande.
La superluna pasará entre la Tierra y el Sol, pero el satélite cubrirá solo una tercera parte de la estrella.
El eclipse será visible en parte del hemisferio sur, sobre todo en la costa de Australia, Tasmania, la isla Stewart de Nueva Zelanda y la costa norte de Antártida, mientras que los habitantes del hemisferio norte no podrán disfrutar del fenómeno.
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