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Eirenée conjuga arte y educación en una misma pasión

Eirenée Caldera - pag 10

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Karines Sabino

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Una vez más ha quedado en evidencia que cuando se quiere alcanzar un sueño lo que hacen falta son verdaderas ganas de materializarlo. Eirenée Caldera Piñero, proveniente de una familia netamente artística, es hija de la reconocida Adelita Alemán, y por afinidad es sobrina del artista plástico tequeño Edgar Corrales; por razones como estas, trae arraigada desde la infancia una gran empatía con el mundo del arte en general.

 

Nacida y criada en nuestra ciudad, relató que de niña siempre le gustó mucho dibujar, pero no como lo haría cualquier niño de cuatro años, sino con habilidades especiales que tenía por un don natural. “Me fascinaba dibujar carros, con todos los detalles; el resultado era tal que cuando mis padres lo descubrieron decidieron inscribirme en una academia de dibujo que estaba en El Cabotaje y más adelante en el Ateneo de Los Teques”.

 

Una vez que debió enrumbar su vida hacia una carrera universitaria, sin pensarlo dos veces se inclinó hacia el estudio del arte. “Soy egresada de la última promoción del Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Arturo Michelena, hoy conocida como Unearte, de allí salí como Licenciada en Artes Plásticas, mención Cerámica, en 2007”.

 

Al culminar, realizó una especialización en Ciencia y Tecnología de la Cerámica, avalada por la Universidad de Cataluña; así como un diplomado en Artes del Fuego por la Universidad de Carabobo.

Tras consultarle el motivo que la impulsó a convertirse en ceramista, señaló que al conocer todas las especialidades se enganchó a ese arte, no solo por el modelado, sino por el aspecto químico que involucra todo el proceso de crear el esmalte e incluso el mundo de color que le envuelve.

 

Multiplicando saberes

“Paralelo a mis estudios, me dediqué a impartir clases, desde los 16 años dicté talleres en la Fundación para las Artes Adelo Alemán, comencé enseñando dibujo, luego me vi dando cursos completos estando en la universidad, donde también hice lo propio con seminarios de cerámica para los que se estaban iniciando”.

 

Explicó que en el PMOM también fungió como docente en la cátedra de Arte Integral por un año en ciclo de primaria, para luego integrase al equipo de la Unefa, donde impartió Artes Plásticas. Simultáneo a todo eso, se mantuvo siempre en la Armando Reverón. Desde 2014 exploró una faceta más densa; al integrarse al cuerpo docente de la Unesr, se postuló para dar clases en Epistemología, calificó y desde entonces orienta a jóvenes y adultos en función de la realización de sus proyectos de grado en la parte metodológica.

 

“Mis primeros talleres fueron un experimento, yo no sabía que servía para dar clases; cuando me percaté de que se me daba de una forma muy fluida, le agarré el gustico como dicen por ahí, y aún me mantengo haciéndolo, en otros niveles pero educando al fin y al cabo en función de la cultura. Siempre digo a mis alumnos que a todo le impriman pasión, sea a sus creaciones artísticas o a los proyectos de investigación que estén emprendiendo, porque eso es el sustento de todo”.

 

Más allá del rol educativo que esta joven artista tequeña ha desarrollado, está el hecho intrínseco que es su motor de vida: la creación de piezas en cerámica. “Procuro montarme en al menos una exposición al año, suelo participar en muchas colectivas y con ello he podido recorrer parte de mi país haciendo lo que me gusta. La última en la que participé el año pasado fue de larga duración en el Museo de Arte Contemporáneo”.

 

Visión abierta

“Mis piezas suelen ser un poco complejas, llevo alrededor de 30, implican mucho tiempo. Trabajo de lleno con la cerámica desde 2008 y al arte como tal estoy consagrada prácticamente desde que nací. Como también soy dibujante, siempre parto de un boceto, claro está, en el momento del moldeado siempre surge alguna pequeña transformación porque la misma arcilla te va induciendo a eso, el salto de lo bidimensional a lo tridimensional es mágico”.

 

Explicó que siempre ha trabajado sus obras en función de la forma del cuerpo femenino. “Algún concepto de esa índole, o incluso una simbología de ese aspecto están presentes en mis trabajos. Actualmente estoy haciendo una maestría en Estudios de la Mujer en la UCV, es muy interesante porque se descubre la base de la historia del feminismo; yo necesitaba darles mayor sentido a las obras que venía realizando y decidí capacitarme muy bien al respecto para ofrecer un planteamiento más sólido”.

 

Detrás de toda esta interesante visión, está el hecho de la inquietud que Eirenée sentía de explorar más allá del estereotipo idealizado que siempre se ha planteado sobre la esencia femenina.

“La mujer que yo plasmo no es esa explotada que siempre nos quieren hacer ver, busco mostrar la otra realidad de una mujer desde el punto de vista reflexivo. Hablo o transmito un tema denominado ‘Mujeridad’, esa que muestra la feminidad como una trampa del patriarcado, y busca exponer lo que es ocultado de las damas, pero que es parte de ellas”.

 

Hacerse acreedora de una gran cantidad de reconocimientos a causa de su labor como ceramista se ha traducido para ella en una gran satisfacción, pero también lo ha logrado desde su faceta como la excelsa dibujante que es desde niña. “Lo mejor de todo lo que hago es que lo disfruto, pero saber que a la gente le gusta mi arte y se identifican con él es gratificante. De paso, fusionar mis talentos con los de mi madre es una cosa maravillosa e indescriptible”./ac

 

Foto:(Alejandra Ávila)

La talentosa ceramista ha moldeaduna interesante carrera

 

MARIBEL SÁNCHEZ

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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