Para Ramón Guárate, es importante llevar cultura al oyente

“Con 58 años de carrera no me considero el mejor de los locutores”. Así lo expresó el reconocidísimo comunicador Ramón Guárate. Dueño de una cautivadora voz, un carisma inigualable y un sinfín de conocimientos, llegó a nuestra sala de redacción y nos hizo saber que tras casi 60 años de trayectoria radial, le quedan cosas por aprender.

Cargado de humildad, lucidez, mucha buena vibra y una elocuencia cautivadora, explicó que a sus recién cumplidos 80 años de edad, tiene mucho aún por dar y también por descubrir.

Nació en Caucagua, municipio Acevedo de Miranda, tiene en Los Teques 38 años haciendo vida junto a su inseparable compañera y esposa Sonia de Guárate, con quien lleva 51 años de feliz matrimonio.

Cuando estaba muy joven, gustaba de visitar como aficionado en sus ratos libres distintas estaciones radiales, entre ellas Radio Venezuela y YVKE Mundial. “Allí iba a recitar poesías y en agradecimiento me obsequiaban galletas o hasta café”.

El experimentado locutor manifestó que para ese entonces había un programa denominado La Cultura nos Hará un Pueblo Grande, y confesó sentirse cautivado por la forma en que recitaban Víctor Morillo y Paulino Blanco Sánchez, así que quiso seguir sus pasos.

“Una vez que decidí hacerlo profesionalmente, Alfredo Sadel me dijo que debía inscribirme en la Asociación Venezolana de Artistas de la Escena; tenía 19 años y lo hice, me dieron el carnet como declamador profesional y fue entonces cuando surgió la idea de hacerme locutor”.

Primero pasos de un gigante

Explicó que anteriormente había que realizar una petición vía telegrama al Ministerio de Transporte y Comunicación. Él hizo la suya a finales de 1957, cuando solicitó presentar el examen para optar al certificado de locución.

“Nunca obtuve respuesta, pero insistí una vez que cayó el gobierno de Pérez Jiménez y presenté examen escrito al lado de Antonio Mejías Jaimes, luego me enfrenté a 50 preguntas orales acerca de cultura general, las cuales aprobé satisfactoriamente y me hice acreedor del certificado número 2.251”.

Tras ese importante logro, empezó a trabajar en la emisora que visitaba como aficionado, pero esta vez como todo un profesional. Su primer programa se llamó Cantares de Tierra Llana.

“Me incliné hacia el folclore porque había estudiado para ello, me gustan las tradiciones venezolanas y poder fusionar esa pasión con la de hacer radio fue algo indescriptiblemente satisfactorio, porque me permitía hacerle saber a la gente la diferencia entre la música folclórica y la popular venezolana”.

Impecable trayectoria

Para este profesional de la radiodifusión, “el secreto radica en hablar menos y musicalizar más para no aburrir al oyente, pero la música hay que saber ponerla. Se debe oír y estudiar cada canción para no soltarla simplemente a la ligera”.

Algún tiempo después trabajó en Radio Rumbos, luego en La Voz de la Patria. Fue fundador de RQ910, que para sus inicios era conocida como Radio Aeropuerto. Posteriormente, recorrió Venezuela con miras a aprender cada vez más, comenzó por Anaco, prosiguió con Nueva Esparta, Maturín, Puerto La Cruz, hasta que volvió a Caracas.

Hizo parte del equipo de Radio Nacional, de donde salió jubilado. Entre las anécdotas que recuerda con mayor beneplácito, refirió que siempre fue un gran admirador de Pedro Miguel Suárez, Armando Pompeyo Martínez y Juan Manuel Álvarez. “También trabajé como narrador de noticias en Radio Rumbos, fue entonces cuando tuve la oportunidad de transmitir paulatinamente junto a esos grandes y fue un honor para mí”.

Tiempo después comenzó a trabajar en Venevisión como locutor de cabina. “Allí estuve por 27 años, aprendí mucho y fue prácticamente mi segundo hogar. A pesar de haber salido jubilado hace algún tiempo, el cariño que me tienen en esa planta televisiva y el que les tengo yo a ellos está intacto”.

Su llegada a Los Teques

Viviendo en la capital del país, trabajó en nuestra ciudad en Radio Miranda, convertida más adelante en Radio Sensación. “Allí tenía a las 8:00 pm el programa Venezuela Musical”. Poco tiempo después se mudó para acá junto a su esposa en 1978, desde entonces se encuentra residenciado en la urbanización El Paso.

En YVKE Mundial condujo con mucho éxito el programa Guitarras, Mariachis y Canciones. Actualmente, tiene allí desde hace 15 años, un espacio de lunes a viernes, entre las 9:00 y 10:00 am, denominado La Hora del Acetato, donde musicaliza con discos de vinilo al son de los temas más emblemáticos del ayer, entre boleros, baladas, venezolanas, mexicanas y salsa.

Paralelamente, funge como voice over de la emisora local Época 89.9 FM, en la que también cada domingo de 8:00 a 10:00 am lleva adelante el programa Mexicanisímo.

“Decidí desenvolverme aquí con ese género porque el oyente de esta zona gusta mucho de ello, la música ranchera cala mucho en el gusto popular y a la gente le agrada sentirse atendida”.

A juicio de Guárate, “la radio debe ser sentida, hay que conocerla, enamorarse y casarse con ella”. Es tanto el amor que Ramón siente por lo que hace, que en ocasiones su esposa siente celos de esa entrega tan genuina, “él no se vale de productores, sino que musicaliza todos sus espacios”.

Guárate expresó que siempre profesa el valor de la humildad. “Jamás hay que creerse el mejor, para serlo hay que respetar al oyente mostrando educación y cortesía; la radio es cultura y nosotros los locutores somos ejemplo a seguir, es por ello que debemos saber lo que vamos a hablar y procurar educar a la audiencia, transmitiendo conocimientos y sentimientos de primera mano”./Maribel Sánchez/ac/Foto: Daniel Linares/