28/02/16 -. El papa Francisco mantuvo este sábado una audiencia privada de 22 minutos con el presidente argentino, Mauricio Macri, trataron varios temas de interés.
El presidente argentino, que llegó acompañado por una comitiva de una decena de personas, entre ellas su esposa, Juliana Awada, se quedó a solas con el Pontífice en la Biblioteca papal.
“Buenos días, señor presidente”, dijo el Papa a Macri, quien respondió “¿Cómo le va Francisco? Un gusto” antes de que el pontífice le indicara la puerta de la Biblioteca, en donde estuvieron conversando. Ese es el lugar en el que el Papa suele recibir a sus invitados en las audiencias privadas en el Palacio Apostólico.
Al encuentro privado le siguió una recepción a la delegación presidencial, tras lo cual se procedió al habitual intercambio de regalos.
“Este es un lindo poncho de Argentina”, le dijo Macri al pontífice al entregarle esa pieza típica de la vestimenta del país; además, el Presidente regaló al Papa una reproducción de la Cruz de Matará, símbolo de la evangelización y la más antigua conocida en América.
“Acá tenemos nuestra música”, indicó Macri al mostrarle al pontífice doce cedés de música con chamamé y tango que también formaban parte de los regalos argentinos.
El Papa le ofreció a Macri una medalla de la que dijo que le gusta regalarla a jefes de Estado y añadió: “Es un olivo con dos ramas y en medio algo que no funciona, que está separado, y es el olivo el que lo une. Esto es lo que yo les deseo a todos los jefes de Estado”.
La medalla lleva la inscripción “Busca lo que une, supera lo que divide”. Además, el papa le ofreció al presidente Macri su exhortación apostólica “Evangelii Gaudium” y un ejemplar de su encíclica sobre el medioambiente “Laudato si”.
El papa le señaló que ambos documentos tienen la intención de aludir al “cuidado del medioambiente” y a “la doctrina social de la Iglesia”.
Después de la reunión con el papa el presidente argentino mantuvo un encuentro con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, como suele ser habitual tras las audiencias papales.
Posteriormente, Macri abandonó el Vaticano para dirigirse a la cercana Embajada de Argentina ante la Santa Sede, para mantener un encuentro con la prensa.