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El primer y último delivery de Jefferson

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Karines Sabino

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Dos policías serían los responsables de la muerte del joven

Los familiares de Jefferson José Prato Romero (22), temen que su muerte ocurrida el 18 de enero de 2023 quede impune, pues ya han pasado nueve meses y aún no hay rastros del asesino o de los asesinos.

Aquel miércoles, a eso de las 10:16 pm, en el puesto de comida rápida Los Paisas, ubicado en la avenida Bicentenario, en las afueras del Hospital Victorino Santaella en Los Teques, estado Miranda, donde trabajaba el joven, recibieron una llamada telefónica para solicitar un servicio a domicilio.

El hombre que llamó pidió un perro caliente y dio como dirección el comando del Sebin en La Macarena. Cuando estaba listo el pedido le dijeron al muchacho que lo llevara. Todo el tiempo permanecía en el área de la cocina, su tarea era freír papitas, pero ese día el encargado de hacer los delivery estaba libre y lo mandaron a él y éste aceptó complacido porque por esa labor pagan un “dinerito” extra.

Prato agarró la bolsa con el perro caliente, se dirigió a la moto,  se montó, la prendió y tomó el camino hacia El Tambor. Esa fue la última vez que lo vieron con vida.

Cuando pasó más de media hora y no regresaba, los dueños del local, quienes eran sus primos, comenzaron a preocuparse. No había forma de contactarlo porque dejó su celular cargando en el local. Bajaron la santamaría e iniciaron su búsqueda. Desde el principio sospecharon que algo malo le había pasado.

Se pusieron en contacto con algunos conocidos de Polimiranda a quienes alertaron de la situación, ellos lo radiaron. Minutos más tarde les notificaron que en la vía de La Mariposa a escasos metros del comando de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se reportó a una persona con las características de Jefferson que había sido arrollado y que lo trasladaron hasta el Hospital Periférico de Coche (Caracas).

Los sospechosos

Nada les cuadraba a los parientes de la víctima. No entendían como él, que tenía que ir a un sector de la capital mirandina, que entre el ir y venir se tardaría unos 10 minutos, apareció atropellado, en una jurisdicción distinta, en Los Salias.

Todos confundidos se dirigieron a Caracas. Llegaron al hospital y allí les comunicaron que Jefferson ingresó con dos disparos. Seguían sin entender nada, pero la tesis del arrollamiento se derrumbó.

Un hermano del hoy occiso, cuyo nombre no publicamos por razones de seguridad, contó a Avance, que estando en el centro hospitalario se les acercó un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), quien manifestó que él junto a otro compañero pasaban por la carretera, vieron tirado al muchacho, se acercaron, notaron que estaba herido y se lo llevaron al hospital.

Esta versión no convenció mucho a los familiares que en ese momento estaban más preocupados por el estado de salud del joven. “Nos dicen que él llegó al hospital caminando y luego nos participan que murió, tampoco entendimos esto. Lo cierto del caso es que tenía dos tiros a la altura del pecho y las costillas”, aseguró el informante.

Agregó que los doctores que lo atendieron informaron que Jefferson en medio de su agonía dijo que dos policías lo interceptaron en Los Teques, lo que activó las alarmas entre sus allegados.

La investigación se estancó

El Cicpc abrió la averiguación pertinente, algunos familiares fueron citados e interrogados y también el policía que manifestó que lo había socorrido, sin embargo se supo que ante las autoridades desmintió esa versión. En nueve meses se desconoce en qué estatus se encuentra la averiguación.

“Nosotros suponemos que a Jefferson lo abordaron en El Tambor entre la redoma Bicentenario y los bloques de la Simón Bolívar. Se lo llevaron secuestrado”, sentenció.

Ese tramo es vigilado por cámaras de seguridad. “Hemos pedido que nos muestran las imágenes y nada que prestan atención. Mi hermana y mi mamá se han cansado de ir al Cicpc y a la Fiscalía y tampoco dan respuesta. Pareciera que no están interesados en resolver el caso. Otra cosa que llama la atención es que nunca apareció la moto, una Bera, modelo SBR-150 de color azul, placa AC5F9ET”, declaró el hermano.

Su fatal regreso

Jefferson Prato, cuando tenía 17 años viajó a Colombia, junto a su pareja otra adolescente. Consiguió un empleo en una mina donde permanecía la gran parte del tiempo y regresaba a casa cada 15 días. La mujer salió embarazada, pero ella falleció al dar a luz. Sufrió una infección que se complicó.

Él se quedó solo allá a cargo del bebé y sus familiares todo el tiempo lo animaban para que se regresara. Cuando tenía 20 años, sus primos lo llamaron para que se viniera porque ya tenía trabajo asegurado en el puesto de comida rápida. Retornó junto a su pequeño hijo con la intención de rehacer su vida. En Los Paisas estuvo dos años hasta el día de su asesinato. Aquel 18 de enero fue su primer y último delivery.

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