De acuerdo con las cifras del Observatorio Venezolano de Seguridad Alimentaria, para el 2021, al menos el 61% de los hogares no consumía frutas, mientras que el 76% no incluía hortalizas verdes en su dieta; a pesar de no existen cifras más actualizadas, se estima que el alza de costos y el poco acceso que tienen muchos a una dieta balanceada, han sido dos de los factores más influyentes en esta realidad.

“La gente come lo que puede, de vez en cuando lo quiere y casi nunca lo que le hace bien. Las dietas son basadas en carbohidratos procesados principalmente, en algunos casos dependiendo del precio incluyen algunos provenientes de la tierra, como la papa o el ocumo, alimentos con pocas cualidades de nutrición”, explicó Javier Zamora, nutricionista.

Muchos mantienen un estilo de supervivencia para garantizar al menos una comida al día para todo su núcleo familiar, por lo que aquellos alimentos que no generan una sensación de saciedad prolongada, no se encuentran entre las prioridades.

“La gente compra aliños de poquito, pero ya lo que es brócoli, lechuga, pepino y otras hortalizas verdes, no las llevan tanto, si se venden, pero mucho menos que antes. La berenjena si es una de las que suelen tener buena salida, pero porque la usan como sustituto de la carne”, señaló Fernando Peña, quien trabaja en una frutería. /DB/at