En un momento en el que la economía está poniendo en jaque muchos presupuestos familiares, es el momento de buscar soluciones que permitan sobrellevar el escenario inflacionista generalizado.
Pero, como para todo, hay soluciones dentro del sector financiero. ¿Cuál es una idea que ronda por la cabeza de muchos? Reunificar deudas.
La subida de la alimentación, combustibles, energías y demás productos está haciendo que sean muchos los hogares que ven cómo, mes a mes, las facturas acaban comiéndose el ahorro que habían conseguido amasar desde el año 2020.
Si a esto se suma también el incremento fiscal que se está viviendo no solo en Venezuela sino en la mayoría de países tras la pandemia, se vislumbra un escenario complicado pero del que no es imposible salir.
A priori, la idea de la reunificación suena perfecta pero, ¿qué es y cómo se realiza realmente?
Cuando las deudas acechan y no se pueden afrontar a la vez todos los créditos que se tienen abiertos, es el momento de plantearse unificarlos en uno solo para poder negociar, de nuevo, las condiciones.
Esta opción y decisión tiene tres ventajas directas:
- Se hace el pago simultáneo de toda la deuda pendiente de forma que no se retrasa hacer efectivo ningún plazo con sus consiguientes intereses o penalizaciones de demora.
- Permite abaratar el coste mensual de la deuda al negociarlo en un nuevo préstamo que puede adaptarse a la situación real del consumidor en el momento actual.
- Al renegociar un nuevo préstamo se puede buscar uno que realmente mejore las condiciones, tipos de interés e incluso plazos de devolución que los que se tenían.
Hasta aquí los grandes beneficios de esta operación, pero no hay que olvidar algunos gastos con los que también hay que contar para que la transición sea completa y todo quede cerrado de la forma más correcta.
“Cuando se opta por este tipo de solución, que da un respiro muy real a las familias, hay que contar también con la forma de tramitarlo de forma correcta para que todo quede cerrado de forma que no acabe suponiendo algún interés extra. Una vez se dispone del capital para afrontar el pago de las deudas previas habrá algunos préstamos que cuenten con una comisión de cierre a la que hacer frente. Un nuevo crédito supondrá también su firma notarial en algunos casos y, con ello, también el derivado del registro” comentan expertos.
Y esto, lejos de desilusionar a quienes han visto en la reunificación la solución a sus problemas financieros, debe ser una información que sirva para evitar sustos y para solicitar realmente el importe que se necesita para poder afrontar todos y cada uno de los pasos hasta las mensualidades más llevaderas.
¿A qué hay que prestar atención antes de firmar este nuevo préstamo que unifica todas las deudas?
Básicamente a dos puntos: las condiciones, entendiendo por éstas las comisiones, intereses y plazo de devolución y, sobre todo, las garantías que exigirá en forma de avales si es que lo solicita.
Con esos datos aclarados, es hora de empezar a respirar.