Madre denuncia que a su hijo de cinco años lo llamaron “loco”
RONALD PEÑARANDA
Rabia, indignación y decepción, fue lo que sintió Yusmari Ortiz, una joven madre de 24 años, cuando el martes 26 de julio fue a inscribir a su niño de cinco, en la Unidad Educativa Estado Sucre ubicada en Cumbre Roja y le dijeron que no había cupo para él porque era “muy tremendo”.
Ella vive en Los Amarillos y por un momento tuvo una difícil situación económica, razón por la cual tuvo que dejar a su pequeño al cuidado de sus abuelos en El Retén, quienes lo tenían en un colegio en el sector La Llovizna.
Una vez que mejoraron las cosas, se llevó a su muchacho a vivir con ella y lo metió en la escuela Sucre para que cursara el tercer nivel de preescolar y fuera promovido para primer grado.
“Al principio todo era excelente, a él lo recibieron muy bien, pero a la semana vinieron los problemas. Un día la maestra me llamó para decirme que mi chamito era loco, porque no mostraba un comportamiento adecuado y me mandó a que lo llevara a un psicólogo para que lo evaluara”, dijo.
Aunque la forma tan brusca como se lo dijeron le generó molestia, no descartó la recomendación de la docente, por eso decidió llevarlo a un profesional, “lo examinaron y me notificaron que en él observaban un aprendizaje avanzado e hiperactividad y que esto último se canalizaba poniéndole carácter”.
Indicó que los problemas persistieron y para tratar de ayudar en la enseñanza de su hijo tomó la decisión de ir al salón de clases y de acompañarlo en casi toda la jornada. “En mi presencia vi cosas que no me parecían bien, como por ejemplo mientras a los demás lo pasaban al pizarrón, a mi hijo lo ponían aparte, le daban una hoja y varios lápices para colorear dibujos”.
Ante esta circunstancia se dirigió hasta el Consejo Municipal de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes para exponer el caso y ahí le dijeron que el asunto se trataba en el Distrito Escolar donde tomaron nota de la denuncia, “pero nunca hicieron nada por aquello de que entre bomberos no se pisan las mangueras”.
Le reclamaron por denunciar
A raíz de esto crecieron aún más los inconvenientes y en esta oportunidad la directora aparentemente increpó a la denunciante por irse a quejar ante el Distrito Escolar.
Pese a todo, el niño presentó el proyecto final, “hizo tremenda exposición y hasta la maestra que entró a último momento en reemplazo a la anterior que la tenía agarrada con mi muchacho, lo felicitó”.
“A mi no me avisaron para tomarle la foto para el acto de graduación, yo tuve que averiguar por el número telefónico del fotógrafo, lo ubiqué en la escuela de los Lagos y hasta allá lo llevé para que le hicieran la foto. También no me permitieron que tuviera acceso al cotillón y la carpeta de graduación yo tuve que comprarlos por mi cuenta porque yo quería que él asistiera al acto con el resto de compañeritos”.
Aunque estaba incómoda por todo lo que estaba pasando, quiso pasar la página llevándolo a inscribir para el próximo año, sin embargo el día de la inscripción una profesora jubilada le comunicó que no podía seguir estudiando y que se lo llevara para otro colegio.
“Yo vivo cerca de la escuela lo llevaba y traía a pie. Conseguí cupo en la escuela de El Trabuco para el turno de la tarde, ahora tengo un gasto adicional porque debo agarrar autobús”, aseveró. Foto: Juan Martínez