Piden constancia en la recolección de basura

ANELIM GONZÁLEZ

Alrededor de 2.800 personas, de los 15 edificios de la urbanización Quenda se sienten afectados por la fallas constantes de los servicios básicos, alegan deficiencias en la recolección de desechos sólidos y el surtimiento del agua por tuberías.

Howard Contreras, residente del lugar, declaró que “tenemos ahorita una situación catastrófica con el aseo. Venían pasando hasta 3 veces por semana y ahora no pasan ni una vez por semana”.

Señaló que, por los animales callejeros, la basura acumulada termina regada en la zona “esas bolsas, en la noche, la rompen los gatos, los perros callejeros y en la mañana se ve el mosquero. Ya hay hasta gusanos, claro con las moscas, todo eso se contamina horrible”.  

Indicó además que el vital líquido es poco constante en el urbanismo “que es el otro servicio público, eso es fatal porque falla mucho. Hay edificios que ni siquiera perciben el servicio, ni a gota. El edificio Azalea y Belloral están en estado crítico, el Legru es otro crítico”.

Explicó que, aparentemente, la principal razón de la falta del suministro en las residencias más altas, es la poca fuerza en el bombeo. “Dicen que un tema de cota, pero eso tiene que ver, lo más seguro, por la presión, porque a veces son 48 horas de agua que tenemos y a esos edificios de broma y si se le medio llena el tanque”.

“Ese problema ha persistido durante mucho tiempo. A principios de año hubo un caudal bueno, pero ya ahorita todo volvió a la normalidad para ellos es una cuestión de desatención sobre la urbanización y sobre las áreas que tenemos cerca”, expresó.

Otra vecina expresó que “presumimos que la falta de la recolección de la basura es por el cambio que hizo la alcaldía de la recolección de desechos a una empresa privada, entonces están ahora en un periodo de adaptación que no les permite trabajar de manera óptima”. 

Proyecto Productivo de Siembra

A pesar de los constantes fallos en los servicios básicos, los vecinos de Quenda se han unido para llevar a cabo un proyecto “verde”, dando inicio a la siembra de árboles que no representen un problema a corto y largo plazo.

Morela González, jefa de comunidad del urbanismo declaró que “hicimos estudios y algunas consultas al Ministerio de Ambiente, y nos recomendaron unos árboles cuyas raíces son verticales y cortas. Hemos ido plantando en las áreas donde ya se cortaron los ficus”.

Manifestó que no cuentan con el apoyo de toda la comunidad, dado que múltiples vecinos no aprueban la poda del ficus, creando una disputa en los residentes “hay personas que no entienden que el ficus es dañino y se convirtieron en defensores del árbol sin hacer investigaciones al respecto”.

“Hemos tenido apoyo en cuanto a los talleres, cursos y la orientación, pero la compra de las semillas y los otros trabajos los hemos hecho nosotros bajo autogestión” aseguró./at. Fotografía: Kelvin Izquierdo