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Guaremal no olvida a su “Robin Hood”

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Periodistas de Avance

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A 19 años de la entrega de alias “El Danielito”

RONALD PEÑARANDA 

19 años después de su entrega a la justicia, la leyenda urbana o el mito en que se convirtió Daniel Lorca López alias “El Danielito” aún siguen vivos en  la memoria de los habitantes de Guaremal, que se dividen entre el repudio de sus crímenes y el agradecimiento por su beneficencia.

A principios de la década de 2000, era el delincuente más buscado de los Altos Mirandinos. El 27 de mayo de 2004, después de cometer múltiples homicidios, robos y demás delitos, fue acorralado por cuerpos de seguridad que tomaron la populosa barriada para capturarlo.

A eso de las 7:00 pm de aquel día, efectivos del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) realizaban labores de inteligencia en la zona, como venían haciendo desde semanas atrás. Esta vez lograron el objetivo, lo ubicaron, iba caminando junto a dos de sus compinches “El Bollito” y “El Yeyé”.  

Al percatarse de la presencia policial “El Danielito” intentó huir, se subió rápidamente a un autobús que pasaba por el lugar para evitar su detención.

 El 28 de mayo de 2004 Daniel Lorca López se rindió 

Los organismos policiales comenzaron a manejar la información del secuestro de la unidad de transporte en la que se trasladaban 21 pasajeros, entre ellos una embarazada, 6 menores entre niños y adolescentes. El Cicpc pidió refuerzo y en cuestión de minutos  llegaron uniformados de la hoy extinta Disip, Polimiranda y Poliguaicaipuro.

La Disip interceptó el vehículo a la altura del callejón El Oso. Ya en ese instante el hombre había sometido con un arma de fuego al conductor y a los usuarios. Se originó una situación de rehenes. Fue avanzando la noche y mientras el bus estaba rodeado de policías, el antisocial asomaba la posibilidad de entregarse, pero bajo ciertas condiciones.

Exigía la presencia de funcionarios del Ministerio Público y llegaron los fiscales Eddy Rosales y Yocelyn Fernández quienes sirvieron de mediadores. También pidió que estuvieran presentes representantes de la prensa, entonces Yoar Durán y Antonio González, quienes eran reporteros gráficos de Avance y cubrían la información, entraron en las negociaciones.

A las 10:00 pm residentes de La Vuelta ‘e zamuro salieron a las calles a protestar para que los policías dejaran tranquilo a “El Danielito”. Los manifestantes fueron dispersados con bombas lacrimógenas 

Pasadas las 10:30 pm se registraron dos apagones, que se los atribuyeron a un sabotaje por parte vecinos que consideraban a Lorca López  como un héroe. Ya a  esa hora llegó más refuerzo. Gente de la Brigada de Acciones Especiales (BAE) del Cicpc, del Iapem de los Valles del Tuy, se unieron a la operación. Por todos lados se veían francotiradores. 

A las 11:12 pm empezó la liberación de rehenes. Dos menores de 14 años y un bebé de nueve meses fueron los primeros en salir, lo hicieron por las ventanas del autobús. Durante la madrugada del 28 de mayo siguieron las liberaciones, entre ellas las de una embarazada de 16 años.

Sus temores 

Amaneció y nada que el denominado “Robin Hood” de Guaremal se rendía. A medida que pasaban las horas se ponía más exigente. No quería que tras su entrega lo encerraran en el hoy desaparecido Retén de Los Teques, alegaba que su vida corría peligro.  A las 10:30 am Lorca López, se puso en contacto con los periodistas Luis Alberto Alarcón y Liliana Silva que conducían un programa en Máxima 98.5. Desde el interior del autobús concedió una entrevista vía telefónica.

Los Altos Mirandinos estaba literalmente paralizado por este caso y un gentío estaba pegado a la radio,  eso lo tenía muy claro, por lo que  aprovechó para  hablar y soltar varias perlitas. “Los pasajeros no son rehenes, están conmigo para apoyarme porque saben que la policia quiere matarme como a un perro”,  dijo con firmeza.

“La gente tiene un mal concepto de mí, dicen que estoy en contra de los malandros. Quiero aclarar que no estoy en contra de nadie, pero hay personas que han querido matar a mis hermanos y he tenido problemas con ellos. Puede ser el malandro más bravo del mundo y si no se mete con mi familia puede pasar por mi cara y yo ni pendiente. Dicen que cuando yo veo un malandro lo mató enseguida y eso no es así. Eso me va a perjudicar bastante en prisión”, agregó el individuo en la conversación en la que  Luis Alberto y Liliana lo bombardearon a preguntas.

En medio de la negociación que se dio durante la mañana del 28-M, llegaron al sitio del suceso la entonces defensora del Pueblo Judith Hernández, el alcalde de la época Raúl Salmerón quien hasta se ofreció esposarse para que se le respetara la vida al delincuente. También un pastor evangélico y la hermana María José González, de la Pastoral Social de Los Teques, quienes lograron convencerlo para que se entregara.

La mayoría de rehenes salió por las ventanas del autobús

A la 1:00 pm,  el antisocial devolvió a las autoridades una pistola 9 milímetros que le había sido despojada a un funcionario de Polimiranda.  A la 1:45 pm abandonó el bus acompañado de su abogado defensor Eduardo Castro. Lo trasladaron hasta el Ministerio Público para oficializar su entrega. Minutos más tarde lo presentaron en los tribunales.

A las 2:00 pm, centenares de personas, entre familiares, amigos, allegados y vecinos se concentraron en las puertas del Palacio de Justicia para exigir su liberación. “Uh, ah, Danielito no se va”, “Danielito amigo, Guaremal está contigo”, eran las consignas que gritaban.

Como a las 5:00 pm, salió esposado de los tribunales. Lo montaron casi a la fuerza a una patrulla del Cicpc y siempre mostró una sonrisa irónica. Finalmente lo llevaron al Internado Judicial de Los Teques.

 En la piel de un héroe 

Daniel Antonio Lorca López, que para el momento tenía 24 años, era visto por la comunidad de Guaremal como un benefactor, un Robin Hood y sobre todo un  justiciero, porque  “limpiaba” la comunidad de choros como “El Vitaly”, “El Troll” y “Chivo Eléctrico” y enfrentó con todas sus fuerzas a su archienemigo “El Ratica”.

Los testimonios que daban  sobre todo  mujeres jóvenes y adultas mayores evidenciaban la devoción que profesaba. “Polimiranda mató a su hermano que era un muchacho estudioso que aspiraba ingresar a la naval y sus sueños fueron interrumpidos por la sed de capturarlo. Danielito no cobraba por sanear la comunidad, la gente le daba aportes por su propia voluntad”, declaró a Avance en ese entonces Irene González, residente en Los Barriales.

Emilia Zapata, quien vivía en el sector Santa María manifestó que luego de su  entrega se transformó en un “león herido”. Justificó la conducta del hombre al señalar: “Las cosas malas que él ha hecho eran para defender a su familia y a la gente del barrio. Antes yo lo veía con temor,  pero después que lo conocí cambié mi percepción”.

Condenado a 26 años de prisión 

En agosto de 2006, dos años después de su  cinematográfica entrega, el Tribunal Mixto de Juicio del Circuito Judicial Penal de Miranda lo condenó a 26 años, un mes y diez días de prisión por los delitos de homicidio calificado con alevosía por motivos fútiles, robo y porte ilícito de armas de fuego. A “El Danielito” le atribuyeron casi media docena de asesinatos. 

Nota del redactor

Este trabajo periodístico está basado en informaciones publicadas en el Diario Avance que en aquella época recopilaron y describieron la periodista Migdalia Díaz, que cubría la fuente de sucesos y este redactor quienes le dimos una amplia cobertura a este sonado caso desde el momento en que acorralaron a “El Danielito” hasta su entrega a las autoridades.

Fueron largas jornadas que se vieron  recompensadas con extraordinarias crónicas que detallaron minuto a minuto lo  que sucedía, en esos tiempos cuando no existían los teléfonos inteligentes ni las redes sociales. Los lectores esperaban con ansiedad  y paciencia hasta el día siguiente para saber más de esta historia delictiva. Foto: Jesús Tovar 

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