Ola de violencia en Río de Janeiro: la Policía detuvo hoy a más de 40 personas por varios ataques que dejaron al menos 10 vehículos pesados incendiados y sembraron el caos en esa metrópoli brasileña, registrados después de un operativo contra narcotraficantes en una favela de la ciudad.
Seis personas resultaron heridas en varias operaciones para arrestar a los autores de los ataques contra los autobuses de servicio público, según la estatal Agencia Brasil. Los tres policías y los tres presuntos miembros de bandas criminales fueron trasladados a hospitales cercanos, informó DPA.
La Policía Militar reportó luego el arresto de 45 personas, así como el decomiso de armamento de guerra, como 32 fusiles, 11 granadas y varias pistolas automáticas. “Es impresionante el número de fusiles decomisados hoy”, citó el diario Estado de Sao Paulo al portavoz policial Ivan Blaz.
Las autoridades lanzaron la ofensiva con tropas de élite y helicópteros tras la ola de ataques a vehículos registrados desde la mañana.
Los incidentes sembraron el pánico en la metrópoli carioca, la segunda ciudad de Brasil. Afectados resultaron al menos ocho autobuses y dos camiones, según el balance temporal de las autoridades.
El canal de televisión Globo News mostró imágenes de varios vehículos totalmente calcinados y columnas de humo negro en la carretera Washington Luiz y en la Avenida Brasil, ubicadas en la zona norte de Río.
Los ataques causaron grandes atascos en esas dos vías rápidas, dos de las principales arterias de entrada a la ciudad, y varias avenidas aledañas. Globo News reportó saqueos y robos en medio del caos. Los operativos se extendieron durante gran parte del día.
La Policía atribuyó los ataques a los autobuses a acciones de represalia por operaciones de la Policía contra grupos de narcotraficantes en una favela de la zona norte de Río.
Según el portal Globo, en la comunidad Cidade Alta se registraron fuertes tiroteos en la madrugada después de que agentes cercaran la favela por enfrentamientos entre dos grupos criminales rivales.
Río reporta desde hace meses un recrudecimiento de la guerra entre bandas criminales y las fuerzas de seguridad en las zonas más pobres de la ciudad tras el final de los dos grandes eventos deportivos de los últimos años, el Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
Según un estudio citado por el diario O Globo, el nivel de violencia en la ciudad en tanto ha alcanzado los niveles previos a la instalación de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP), el gran programa del Gobierno brasileño creado en 2008 para intentar reducir la violencia en los barrios más pobres.
Muchas favelas de Río son controladas por bandas de narcotraficantes o milicias armadas dedicadas al chantaje y la extorsión. Los grupos se enfrentan a menudo violentamente entre ellos y con las fuerzas de seguridad.