Muchas son las personas que han colocado puestos de venta de comida en la calle, algunos de los cuales no cuentan con los permisos de manipulación de alimentos que otorga el Distrito Sanitario.

En varios puntos de la ciudad expenden empanadas, los famosos mangos verdes aliñados y la masa de maíz pilado, sin importar las condiciones en las que se encuentre el lugar.

La doctora María Pérez indicó que ese tipo de alimentos no tiene ningún registro, ni mucho menos un control de calidad, por lo tanto adquieren todas las bacterias que se encuentran en el ambiente, debido a que muchos de los puestos se encuentran al aire libre, recibiendo tierra, humo de carros, entre otros agentes de contaminación.

“No se sabe dónde consiguen el agua para preparar los alimentos, o si los encargados de elaborarlos cumplen con las normas higiénicas. Es por ello que a consulta acude gran cantidad de gente con malestares estomacales, y cuando se le pregunta al paciente qué comió, nos encontramos con que han ingerido este tipo de comidas”.

Apuntó que los microorganismos que se adquieren generan diarreas y pueden ocasionar un desequilibrio hidroelectrolítico, baja de potasio, dolores abdominales fuertes; además, por la falta de sodio se pueden sufrir desmayos y hasta una infección intestinal.

La especialista hizo énfasis en que las personas deben tener mucho cuidado a la hora de comprar la masa de maíz, dado que no se conoce el lugar donde llevan a cabo todo el procedimiento y si es limpio, y libre de animales que puedan dejar algún foco de contaminación./YR/ac