06/12/15 -. Propietarios de diversos negocios de San Antonio de los Altos señalaron que han tenido que tomar medidas de seguridad extremas, las cuales incluyen trabajar con sus santamarías abajo durante las horas en que menos personas los visitan.
Mientras que los residentes consideraron que los hechos delictivos se han incrementado en la localidad durante los últimos meses, situación que los ha obligado a resguardarse en sus hogares desde tempranas horas de la noche.
“Ofrecemos servicio todo el día, pero desde la 1:00 hasta las 4:00 de la tarde despachamos detrás de esas rejas que pusimos, porque tenemos miedo de que vengan y nos asalten, como le han hecho a varios negocios por aquí”, afirmó un vendedor que pidió ser mantenido en el anonimato.
Un lugareño, quien prefirió no ser identificado por temor a represalias, indicó que los delincuentes que cometen las fechorías se transportan en motocicletas. “A veces son dos y hasta tres parejas; se paran, bajan los parrilleros y atracan, los conductores se quedan en los vehículos esperándolos”.
Añadió que “aquí nadie puede sacar un celular ni andar con algún tipo de prenda porque se las quitan a punta de pistola y emprenden la huida; a mí hace dos semanas me robaron el teléfono en la parada, los choros enseguida corrieron y se fueron en moto”.
Otro residente expresó: “Polisalias vigila, los uniformados pasan, pero esos delincuentes son rápidos, entran y salen por cualquier calle antes de ser descubiertos y actúan sin temor, porque no importa qué hora del día o de la noche sea”.
Relataron que el problema se agrava durante la noche, cuando las calles se ven más desoladas, porque nadie quiere salir ante el terror que representa exponerse a ser víctima del hampa.
Agregaron que el cuerpo municipal realiza constantes patrullajes, “pero no cuenta con un gran personal y por ese motivo no puede estar en todos los sectores”.
Ante esta realidad, los sanantoñeros pidieron apoyo a efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana y Polimiranda para acabar con este flagelo que deben enfrentar cada día.
Por: Diana Lopez
