Siguen pasando los meses y ningún organismo se ha abocado a atender las calles de Ramo Verde, que están cundidas de huecos y sumamente deterioradas.
Entre charcos y pantano, los lugareños tienen que resolver para salir de sus hogares. “Los carros no suben, duramos rato en la parada y no llegan autobuses, así es siempre”, manifestó Reina Guzmán; mientras Isbel Soto dijo que “necesitamos de verdad que alguien nos ayude”.
Afectados aseguraron que el consejo comunal ha hecho lo posible, pero hasta ahora nadie parece escucharlos, y se quedó en el olvido la promesa de asfaltado hecha hace 10 años.
Añadieron que todos los días es una odisea, ya que el transporte público no quiere subir y cuando lo hace se tarda demasiado, por lo que se reúnen y pagan una camioneta particular que hace de taxi, una opción que ayuda, pero que no es viable a largo plazo para el bolsillo.
Otro de los problemas que aqueja a esta comunidad es el bote de aguas negras que tiene desde hace meses. Hicieron un llamado de auxilio a la Alcaldía para que les dé una solución./FA/ac/Foto: Alejandra Ávila