Unos ladrones llegaron en taxi e intentaron robarle el carro a una vecina

Más de 800 familias, que se reparten en 12 edificios en la Urbanización Quenda, viven con el corazón en la boca, puesto que la ola de inseguridad que los golpea no les da descanso. Este problema lleva cerca de 3 años en la comunidad, solo cambia su modus operandi. A pesar de contar en oportunidades con la presencia en su entrada de la policía municipal, los vecinos afirmaron que al marcharse los oficiales el hampa se descontrola.

Una lugareña, quien no quiso revelar su nombre, informó que los atracos están a la orden. “Siempre estamos enterándonos de que robaron a alguien, pueden entrar en motos, en las camionetas o esperan a la gente en la maleza”.

Además, reveló que “después de las 6:00 pm a los transportistas les da miedo meterse, lo que hace que aumente el número de gente caminado y esto se convierte en algo atractivo para los ladrones que los sorprenden en el camino”.

Taxistas ladrones

Los métodos de robo que se efectúan en el sitio son variados, pero el más sorprendente fue el realizado desde un auto de una línea de taxi, así lo contó Wuilmer Sánchez “hace 2 semanas, a una vecina le intentaron robar el carro, los malandros llegaron en un taxi, la amenazaron. Ella salió corriendo, se metió en otro auto y les lanzó la llave. Por suerte no lograron hurtar el vehículo, ni hacerle nada a ella. En las cámaras de seguridad quedó el número de placa del taxi”.

Sánchez además relató que “todos los domingos vienen a robar, esa es una fija. Hace un tiempo se acordó, entre todos los vecinos, que canceláramos una seguridad privada. La casilla fue ubicada en la redoma, pero no tuvo resultados”.

Unidades de transporte también sufren

Los asaltos no solo son solo a peatones o a quienes salen de sus residencias, los choferes que manejan en la línea La Matica, también son objeto de los amigos de lo ajeno. Enrique Acosta, fiscal de la misma línea, expresó que “en un día pueden robar de 2 a 3 carros, todo se da a partir de 6:00 pm a 7:00 pm. Ellos se montan, se hacen pasar por pasajeros y cuando los autobuses se aproximan a la línea, deciden asaltarlos. Nosotros no hemos dejado de prestar el servicio, ni hemos reducido el horario, solo partimos desde el frente del Victorino Santaella”. Acosta destacó que aunque los incidentes disminuyen con la presencia del operativo policial, que se ubica en la entrada en ocasiones, basta que ellos se marchen para que los ladrones retomen ese lugar. /Milena Ferreira/fp/Foto Daniel Linares