Un grupo de 20 investigadores del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) trabaja día y noche en el desarrollo de un prototipo de biosensor para detectar la presencia de mercurio, componente altamente tóxico para los seres humanos y el medio ambiente.
Este compuesto es producido por la incineración de pilas, baterías de teléfonos y desechos hospitalarios. María Hinojosa, investigadora del Laboratorio de Suelos II del Centro de Ecología del IVIC, informó que la explotación petrolera y minera producen este metal en Zulia, Falcón, Carabobo y Bolívar.
Resaltó que en octubre de 2013, Venezuela formó parte del primer acuerdo internacional para reducir el uso y comercio de mercurio.
Indicó que el metilmercurio es un compuesto que es absorbido en su totalidad vía pulmonar y puede llegar hasta el hígado y los riñones./AO/ac
Foto : Gioersy Mendoza