Algunos habitantes de la zona mostraron su indignación respecto a varios problemas a los que todavía no se ha llegado a una procedimiento contundente. Umberta Medina, una vecina del área, declaró que el agua llega a los hogares de manera mensual, impidiéndole desarrollar a los residentes sus respectivas actividades de limpieza y preparación de alimentos.

Por este motivo, comentó que han tenido que verse obligados a comprar el líquido potable, e incluso hervirlo en su estado normal para que sea consumible, dado a los altos costos de las mismas.

También apuntó que nunca tienen una idea certera de los días en que los camiones del gas visitarán el lugar, esperando hasta más de 15 días por él, y que la energía eléctrica falla con mucha frecuencia en los hogares. Medina señaló que deben dejar desconectados los aparatos cuando se va la luz, puesto que los apagones se repiten en un corto período de tiempo./SB/